No obstante, hubo partidarios de ambos candidatos en ambas coronas.
[1] En la Corona de Castilla, aunque la mayor parte de la nobleza y del clero se decantó por la causa de Felipe V, el apoyo más entusiasta al "felipismo" se dio entre la burguesía y las clases populares.
En la primera predominaron los motivos económicos, como reflejaba un folleto felipista que mostraba la preocupación porque del[2]
Para explicar el "felipismo" de las clases populares los historiadores han destacado la fidelidad dinástica —obedecer a la persona designada por su rey— y la concepción providencialista de la monarquía, lo que les conducía a apoyar a Felipe V porque, como decía, un impreso de la época,[3] Este último argumento fue hábilmente utilizado por la propaganda felipista que utilizó el término «guerra de religión» o de «cruzada» para referirse al conflicto bélico que estaban sosteniendo contra los «herejes» austracistas, integrados por anglicanos y calvinistas.
En un sentido similar se expresaba un tonadilla popular:[4] y de toda su cuadrilla la Corona de Castilla Un folleto felipista de 1703 titulado Desengaño de ignorantes aseguraba en un tono apocalíptico que si reinaba el Archiduque Carlos sucederían[5] El ideario borbónico español se caracterizó por el cesarismo real, el absolutismo político, y el regalismo religioso.