Vale real

[1]​ Cuando en 1783 se firmó el tratado que puso fin a la guerra norteamericana los intereses anuales de la deuda emitida mediante vales ascendían a 18 millones de reales.Para hacer frente a los pagos de los intereses y a las amortizaciones no se creó ningún fondo especial con lo que se recurría únicamente a los ingresos procedentes de los impuestos ordinarios para hacerlos efectivos.Así que se recurrió a nuevas emisiones de vales reales que se incrementaron cuando estalló la primera guerra con Inglaterra (1797-1802) y cuyas consecuencias económicas y hacendísticas fueron mucho peores que las de la Guerra de la Convención —el déficit aumentó en un 40%—.Además la Caja de Amortización sería la oficina donde se contabilizaría la deuda y donde podrían subrogarse vales por otros de emisión más reciente.Tras rechazar que los vales reales sólo fueran reconocidos por su valor en el mercado, muy por debajo de su valor nominal —lo que hubiera supuesto la ruina de sus detentadores y la imposibilidad de obtener nuevos créditos—, se aprobó la «Memoria» presentada por Canga Argüelles que proponía desamortizar determinados bienes de "manos muertas" que se pondrían a la venta.