Se encontraba a las órdenes del Mayordomo Mayor.
Hacia 1619 se consideraba la pobreza de esta clase palatina como extrema hasta el punto de señalar que no podrían acompañar a Felipe III a su viaje a Portugal por su precariedad económica.
[3] Sus funciones variaron a lo largo de la existencia del cargo.
El cargo era inmediatamente inferior en rango al de mayordomo de semana y dependía como este del mayordomo mayor del rey.
Su número varió a lo largo de su existencia, aunque solían estar divididos en tres clases para poder ejercer en turnos de copero, panetier y trinchante en la mesa del rey.