Real Audiencia y Chancillería de Valladolid

[3]​ Todas estas actuaciones tuvieron su punto cumbre en el reinado de los Reyes Católicos, quienes terminaron el proceso renovador, disponiendo una serie de medidas que conferirán el carácter del tribunal.

[2]​ Este último texto definió su composición y atribuciones, reorganizando y regulando todos los aspectos del tribunal, determinando incluso la creación del archivo de la Real Chancillería, estableciendo en su capítulo 51 que debía existir dentro del tribunal una cámara con dos armarios que custodiasen tanto los pleitos resueltos como los privilegios y documentos relacionados con la Chancillería y sus derechos.

Los Reyes iniciaron en 1475 una serie de reformas, eliminando su aspecto defensivo y proporcionándole otro más señorial, como lo fue el patio central que articula el edificio.

En el año 1500 se decidió trasladar este nuevo tribunal a la ciudad de Granada, hecho que se hizo efectivo en 1505, creando la Real Chancillería de Granada, que guardó las competencias que habían sido otorgadas a la de Ciudad Real.

Junto a las anteriores audiencias, Carlos I instaló en 1528 la Audiencia de Aragón en Zaragoza, y su hijo Felipe II creó las concernientes a los territorios italianos e indianos.

Desde 1601 hasta 1606 la sede del tribunal se trasladó a Medina del Campo, con motivo del establecimiento de la Corte en Valladolid (incluso llegó a establecerse en Burgos durante el último año, 1606), pero una vez establecida nuevamente la Corte en Madrid, la sede volvió a la capital vallisoletana.

La Real Audiencia y Chancillería de Valladolid se encontraba dividida en salas.

En 1554, el número de alcaldes del crimen aumenta a cuatro[8]​.

La Sala de Hijosdalgo estaba conformada por dos alcaldes y notarios del reino, destinados estos últimos a pleitos sobre alcabalas.