El conjunto está formado por el palacio y una capilla anexa denominada capilla de Santa Ana al que se llega tras pasar un pequeño bosque de robles.
A finales del siglo XVII el palacio sufre una remodelación importante siendo reedificado, ampliándose su superficie.
Esta obra fue promovida por Antonio Argüelles Posada y Valdés, marqués de la Paranza propietario del palacio en esa época.
Así se presenta un edificio rectangular en cuyo interior existe un patio central cuadrado con corredor en madera en el segundo piso y patio con arcos de piedra en el primer piso.
De los muebles, pinturas y demás enseres originales hoy en día se conservan muy pocos en el palacio.