Ubicada en la comarca de La Alcarria, la localidad tuvo su auge entre los siglos XVI y XVII.
El pretor romano Tiberio Sempronio Graco destruyó la ciudadela carpetana durante la conquista en el año 180 antes de Cristo.
Cien años después fue reconstruida por orden del cónsul Paterno Paterniano, de quien tomó el nombre.
Con este objetivo, en 1575, envía a los corregidores y gobernadores del reino un cuestionario con 59 preguntas, junto con unas instrucciones de obligado cumplimiento.
La princesa de Éboli permaneció encerrada sus últimos años en su propio Palacio Ducal hasta su muerte en 1592.
En el siglo XVIII los duques trasladaron su residencia a Madrid, con lo que se inició la decadencia de la villa.
Al timbre, la corona real cerrada, propia del régimen monárquico legalmente establecido.