Alejandro III de Rusia

En el plano internacional, mantuvo una clara política pacifista mediante la forja de tratados con potencias extranjeras, como la conocida alianza franco-rusa.

En el lado izquierdo de su cara poseía un quiste sebáceo que lo acomplejaba en gran manera.

El palacio fue entonces conocido como la «Ciudadela de la Autocracia» debido a las políticas reaccionarias del Zar.

La etiqueta de la corte y el ceremonial bajo Alejandro se hicieron mucho más simples.

Más tarde, Alejandro Aleksándrovich reanudó las clases y continuó dibujando con su esposa María Fiódorovna bajo la guía del académico Alekséi Bogoliúbov.

Alejandro III reunió una extensa colección de pinturas, esculturas, artes decorativas y aplicadas.

Después de su muerte esta colección fue transferida por Nicolás II al Museo Ruso.

Al igual que su padre, Alejandro era aficionado a la caza y la pesca.

El coto de caza favorito del emperador era Parque nacional Belovézhskaya Puscha.

Siendo todavía un príncipe, ordenó al compositor Nikolái Rimski-Kórsakov un concierto para trombón y orquesta.

Sostuvo una banda de música en la que tocaba una vez por semana toda su vida.

Debajo del nivel medio estuvieron sus capacidades y su educación»; asimismo, señalaba que Alejandro «parecía un muzhik (paisano) de la Rusia central».

Como segundo hijo del zar Alejandro II de Rusia y de María Aleksándrova, Alejandro no estaba destinado a convertirse en zar, puesto que contaba con un hermano mayor, Nicolás.

En ese momento, Alejandro pasaba a ser el nuevo heredero de la Corona rusa.

Las relaciones entre padre e hijo también se enfriaron cuando Alejandro II trasladó a su amante, Catalina Dolgorúkova, al Palacio de Invierno.

En la Guerra ruso-turca (1877-1878) dirigió un destacamento en el este de la región del Danubio.

Bajo estos ideales, Alejandro situó al ruso en una situación de preponderancia sobre los demás idiomas del imperio.

Girs persuadió a Alejandro de mantener una política pacifista basada en la alianza con otras potencias que permitiera salvaguardar sus fronteras.

Alejandro siempre mantuvo una marcada línea eslavófila, en contraposición a su padre que era germanófilo, pero su naturaleza flemática le hizo no insistir en sus sentimientos abiertamente.

Tras la Guerra franco-prusiana, el zar comenzó a observar que Rusia necesitaba mejorar su situación si no quería acabar como Francia en un posible conflicto con los alemanes.

Su obsesión por la seguridad le hizo visitar, fuertemente protegido, San Petersburgo en ciertas ocasiones, pero incluso en esos momentos prefirió alojarse en el Palacio Aníchkov.

A estos acontecimientos acudió en alguna ocasión su cuñada, la reina Alejandra de Dinamarca esposa del rey Eduardo VII o el rey Jorge I de Grecia junto con su esposa Olga Konstantínova Románova, prima del zar.

Ese mismo año, la pareja desembarcó en Kronstadt, contrayendo matrimonio en San Petersburgo en octubre.

Coronación del zar Alejandro III
Recepción de Alejandro III a los decanos de los distritos rurales en el patio del Palacio Petrovski en Moscú, cuadro de Iliá Repin
Alejandro III y su esposa Dagmar en Copenhague en 1893, un año antes de la muerte del zar
Monograma del zar Alejandro III de Rusia