Allande

Otro periodo bien representado en las tierras allandesas corresponde a la llamada cultura castreña, y de la que sólo el castro de San Ḷḷuís ha sido excavado, pudiendo documentarse una secuencia de habitación que arrancaría de momentos finales del Bronce Final (s. VIII a. C.), continuando intensamente durante la Edad del Hierro, siendo luego ocupado también por los romanos, momento en el cual el castro debía estar en directa relación con las minas de oro situadas en el territorio circundante, metal que fue precisamente el acicate para la ocupación romana de estos territorios.

Las primeras referencias documentales son del siglo X, pero en su mayor se trata de documentos falsos, pero ya en el siglo XI, ciertas entidades eclesiásticas monásticas comenzaron a dejar sentir su influencia económica y feudalizante en esta zona.

También el cabildo catedralicio disponía de propiedades en la comarca durante la Baja Edad Media.

El Obispo Pedro otorga a los hombres del concello de Allande dependientes de la Iglesia, todo cuanto halla en su propiedad para que puedan "fazer pobla" imponiendo como fuero la cantidad de 110 maravedíes al año, esta decisión debía de surtir efecto pues para 1277 aparece Allande entre los pueblos del occidente asturiano que establece hermandad con la villa de Avilés para prestarse ayuda en el mantenimiento del orden en sus territorios.

Los tiempos modernos no trajeron grandes transformaciones ya que en el siglo XVIII continuaba siendo fundamentalmente un concejo agrario.

Si hay algo que llama la atención de la evolución histórica moderna de Allande es la resistencia antiseñorial protagonizada por sus vecinos, hay continuas quejas y recursos contra el conde, hasta que en 1742 el concejo de Allande será castigado por su resistencia con el "perpetuo silencio".

Se mantiene, no obstante, alguna área agrícola residual y destinada al autoconsumo.

Sus límites administrativos son: El territorio de Allande es extremadamente montañoso y accidentado, con una altitud media elevada, siendo utilizadas en su día casi todas las laderas para un aprovechamiento agrícola.

Estos valles presentan un clima más suave y con menos precipitaciones, lo que le permite tener en su suelo especies de tipo mediterráneo.

Aunque la flora autóctona ha sido en parte sustituida por repoblaciones de pinos y eucaliptos.

Como el resto de zonas rurales asturianas la evolución demográfica del concejo es negativa.

En el siglo XX hubo dos periodos en los que perdió gran parte de su población.

El segundo comienza en 1960 y es debido a la industrialización del país, que motivó que el concejo perdiera casi las dos terceras partes de su población.

Todo el movimiento demográfico afectó a su economía, estando en franco retroceso las prácticas agrícolas, disminuyendo la superficie cultivada, dedicándose la mayor parte de las tierras a las plantas de forraje, y en consecuencia a una explotación del ganado vacuno, dominando la raza asturiana para carne.

La actual alcaldesa es María Victoria López Villamarzo, del Partido Popular.

En la arquitectura religiosa y señorial hay numerosos testimonios, entre los que destacan: En su arquitectura civil destaca: Hay otras casonas como la casa-palacio de los Flórez, hoy convertida en casa de labor, y que está dispuesta en torno a un núcleo central torreado y realizado en mampostería con sillares enmarcando vanos, que en la fachada principal son de rejería.

Su esplendor lo alcanza en el siglo XIX y va decayendo a medida que se hacen más complejas, pues al añadirse corredores no tiene sentido tallar motivos que van a quedar ocultos.

Por el contrario la ornamentación del corredor se va enriqueciendo con balaustras torneadas y tablas recortadas con cenefas de temas vegetales o geométricas.

Ayuntamiento de Allande
Palacio de Cienfuegos o Peñalba