Arte equino

[1]​ Es el subgénero más importante de la animalística o género animalista (fundamentalmente en pintura y escultura).

[4]​ Qin Shi Huang, el primer emperador, mandó representar en su tumba un ejército de terracota, del que formaban parte también numerosos caballos.

Aunque no se han conservado, tuvieron fama los caballos del escultor clásico griego Calamis.

[6]​ Las representaciones ecuestres en el arte medieval, aunque no poco frecuentes, abandonaron la tradición clásica, que no se recuperó hasta el Renacimiento italiano, con los condottieros de Donatello y Verrocchio.

Su ejemplo no fue muy seguido en la Edad Media, especialmente por la dificultad técnica de la escultura en bronce.

Sí será profusamente seguido a partir del Renacimiento (los condottieros Gattamelata y Colleone, el frustrado caballo sforzesco de Leonardo).

La escultura ecuestre mantuvo al menos tres patas del caballo apoyadas en la base hasta entonces.

Las estatuas ecuestres de Luis XIV, que se erigieron por toda Francia (y que un siglo más tarde fueron masivamente destruidas durante la Revolución francesa), hubieran podido tener como modelo una atrevida propuesta de Bernini (1670), que el rey desechó por su dinamismo, prefiriendo el decorum de un paso más estable (sí hay algunos cuadros de Luis XIV a caballo siguiendo el modelo velazqueño, con sólo dos apoyos —de Charles Le Brun y de René-Antoine Houasse—, e incluso un relieve en estuco —de Antoine Coysevox— pero la solemnidad del espacio público que ocupan las esculturas parece que determinó la restricción).

Al abandonarse el proyecto (el absolutismo cayó con la revolución de 1830, sustituido por la monarquía liberal de Luis Felipe), se sustituyó al retratado por Luis XIV, cuya figura podía considerarse una gloria nacional menos polémica (se conservó el caballo y se cambió al caballero por un diseño de Louis Petitot).

El encargado de realizar el conjunto en bronce fue Charles Crozatier, que terminó la estatua en 1838.

En la misma place Vendôme donde se levantaba la columna napoleónica se había erigido una de las estatuas ecuestres originales de Luis XIV, en 1699, cuando la plaza se denominaba Place Louis le Grand ("plaza Luis el Grande", otro de los epítetos del "rey sol"), y que fue destruida en 1789.

Desde los retratistas ingleses del siglo XVIII, especialmente Joshua Reynolds, se utilizó el retrato ecuestre para satisfacer la demanda de una creciente clientela de caballeros particulares, La naturaleza privada de los encargos permitía poses mucho más desinhibidas (la denominada Grand Manner);[35]​ aunque sus referentes son claramente reconocibles en la pintura regia anterior (especialmente en Van Dyck).

Su pintor oficial, David, realizó un Napoleón cruzando los Alpes (1801-1805) siguiendo el modelo de caballo sobre dos patas.

Las representaciones escultóricas ecuestres son más tardías, y corresponden a la época del Segundo Imperio, cuando servían indirectamente para legitimar al nuevo emperador, Napoleón III.

En algunos lugares del mundo se han realizado algunas estatuas ecuestres de tamaño colosal.

El motivo aparece en similar disposición en obras posteriores, como el fresco llamado del linaje en el Palacio del Marqués de Santa Cruz o el Alejandro y Porus de Le Brun.

Los pintores del Renacimiento nórdico, como Durero y Altdorfer, tuvieron su propio tratamiento de las escenas bélicas con caballos.

A finales del siglo XIX, algunos pintores, como Giovanni Fattori, intentaron una renovación estética del género; pero en general, las convenciones academicistas eran las más demandadas por los encargos institucionales (José Moreno Carbonero Entrada de Roger de Flor en Constantinopla, 1888).

[83]​ Similares son las historias de San Eustaquio y San Huberto (se les representa a caballo, persiguiendo a un ciervo cuya cornamenta se transfigura en crucifijo).

[93]​ La caza en el arte es por sí misma un género de muy abundante tratamiento, que se remonta al arte paleolítico; aunque la utilización del caballo en la caza como aliado y no como presa no aparece hasta el arte antiguo, en los relieves asirios y egipcios (e incluso entonces no como caballos montados, sino tirando de carros —véase en la sección correspondiente al caballo en la guerra—).

Los extraordinarios retratos regios de Velázquez o Van Dick (véanse en su sección) incluían al caballo como elemento esencial.

[98]​ Entre los principales pintores del género estuvieron Cecil Aldin y Lionel Edwards.

Las escenas protagonizadas por caballos son abundantes en las representaciones plásticas de la tauromaquia, especialmente los picadores y el rejoneo.

La oposición de las figuras del toro y el caballo tiene una particular fuerza visual y profundos significados simbólicos, valorados por algunos pintores como Goya o Picasso (incluso en obras no explícitamente taurinas, como El Guernica).

[107]​ La aparición del verdadero cine, desde 1895, dio oportunidad para una nueva forma de reflejar el caballo en el arte.

Algunos géneros cinematográficos, como el western o el cine histórico son particularmente proclives a ello.

Caballos de San Marcos , actualmente en la catedral de Venecia.
Proceden del Hipódromo de Constantinopla y su cronología no se ha podido establecer con certeza.
Roaring Hoofs , de Otgonbayar Ershuu (2008)
San Martín , de El Greco (ca. 1597).
La Visión de San Huberto de Jan Brueghel el Viejo y Rubens (1617).
San Luis saliendo de Damietta durante la Cruzada, en una miniatura medieval.
Santiago Matamoros , por Juan Bautista Tiépolo .
Perceval en la búsqueda del Grial, en una ilustración medieval.
La caza del león , de Delacroix (1861).
El jockey o Carrera de entrenamiento , de Toulouse-Lautrec (1899).
El Cid Campeador lanceando otro toro , grabado n.º 11 de La tauromaquia de Goya , 1816.
Carrera de caballos en el Bois de Boulogne , de Manet (1872 —antes de las fotografías de Muybridge—).
Galope , secuencia de fotografías de Eadweard Muybridge (tomadas en 1878, tal como se publicaron en 1887 en Human and Animal Locomotion ).
A Dash for Timber , de Frederic Remington (1889 —después de las fotografías de Muybridge—).
Salto , secuencia animada sobre las fotografías de Muybridge.
Dessin du 8e régiment de lanciers à cheval polonais , de Vernet. Se reproduce fielmente el movimiento de trote .
Tcherkesse et une femme à cheval , de Lanceray.
Las dos estatuas ecuestres de la Piazza del Plebiscito de Nápoles.