La denominación «camino de sirga», proviene de las cuerdas conocidas como sirgas, con las que se remolcaban los barcos desde la orilla, contra la corriente, por lo cual se necesitaba un espacio en la orilla para efectuar esa tarea.
Actualmente no se utilizan las sirgas o cuerdas pues existen remolcadores.
Existieron disposiciones sobre el camino de sirga en el Derecho Romano (D. 1.8.5 pr.
Por ello cualquiera puede legalmente abordar con naves y amarrar cables a los árboles que allí se hallan.
El camino de sirga es un concepto regulado y ampliamente desarrollado en Argentina.