Terremoto de Lisboa de 1755

[5]​ El terremoto fue sucedido por un tsunami y un incendio que causaron la casi destrucción total de Lisboa.

[8]​ Es el primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente, por lo que marcó las bases de la sismología moderna.

Además, el acontecimiento fue discutido extensamente por los filósofos ilustrados europeos, inspirando grandes debates especialmente en el campo de la teodicea.

[7]​ En las áreas no afectadas por el maremoto, los incendios surgieron rápidamente, iniciados en su mayor parte por las velas encendidas en recuerdo a los difuntos en las iglesias, y las llamas asolaron la ciudad durante cinco días.

Se sintió en Groenlandia, las Antillas, Madeira, Noruega, Suecia, el Reino Unido e Irlanda.

[15]​ Varios edificios que habían sufrido pocos daños a causa del terremoto fueron destruidos posteriormente por el fuego.

El recién estrenado Teatro de la Ópera (inaugurado solamente seis meses antes), resultó destruido por el fuego hasta sus cimientos.

La tumba del héroe nacional Nuno Álvares Pereira se perdió también.

Los visitantes de Lisboa pueden todavía caminar entre las ruinas del Convento do Carmo, que fueron preservadas para recordar a los lisboetas la destrucción causada por el temblor.

Por su parte, el primer ministro sentía aversión por los viejos nobles, a los que consideraba corruptos e incapaces de tomar acciones prácticas.

Con el pragmatismo que caracterizó todas sus acciones, el primer ministro comenzó inmediatamente a organizar la recuperación y la reconstrucción.

Contrariamente a la costumbre y contra los deseos de la Iglesia, muchos cadáveres fueron cargados en barcazas y tirados al mar, más allá de la boca del Tajo.

Manzanas grandes y calles rectilíneas, amplias avenidas fueron los lemas de la nueva Lisboa.

La hipótesis más aceptada es que el epicentro se situó en la zona de fractura Azores-Gibraltar, al norte del banco Gorringe.

[29]​ Las ondas sísmicas causadas por el terremoto fueron sentidas a través de Europa hasta Finlandia y en África del Norte.

Muchos filósofos contemporáneos mencionaron o hicieron referencia al seísmo en sus escritos, notablemente Voltaire en Cándido y en su Poème sur le désastre de Lisbonne (Poema sobre el desastre de Lisboa).

Según Walter Benjamin, el delgado libro elaborado por un joven Kant sobre el terremoto «representa probablemente el principio de la geografía científica en Alemania.

[8]​ Por otra parte, Werner Hamacher (un pensador posmoderno, entusiasta de Hegel) ha afirmado que las consecuencias del seísmo penetraron en el vocabulario de la filosofía, haciendo inestable e incierta la común metáfora que establecía firmes bases sobre la tierra en las discusiones de los filósofos: «Bajo la impresión ejercida por el terremoto de Lisboa, que tocó la mentalidad europea en una [de] sus épocas más delicadas, la metáfora del suelo y el temblor perdió totalmente su aparente inocencia; ya no se usaron más como figuras del discurso» (263).

Se sintió en Groenlandia en las Antillas, en la isla de Madera, en Noruega, en Suecia, en Gran Bretaña e Irlanda.

En la trama del juego, el terremoto es causado por la perturbación de un mecanismo en un Templo Sísmico situado bajo el Convento do Carmo.

Grabado de 1755 mostrando las ruinas de la ciudad en llamas y un maremoto arrollando los barcos del puerto.
Ruinas del Convento do Carmo en Lisboa.
El Marqués de Pombal mostrando la reconstrucción de Lisboa por Louis-Michel van Loo , 1766.
Epicentro estimado del terremoto.
El rey Fernando VI .