La palabra bombero proviene de bombas hidráulicas, ya que antiguamente se usaban bombas hidráulicas para obtener agua de fuentes cercanas al lugar del incendio.
[1][2] En la Unión Europea, para llamar a los bomberos en todos los estados existe ya un teléfono único de urgencias, es decir, el que se utiliza para los servicios de urgencias en general, el 112.
El equipo contaba además con un tubo delgado de 1.10 que iba unido a la bomba.
Inicialmente confundida con una lanza, las pruebas posteriores revelaron que se trataba de un conducto o manguera.
Así, la gente prefería ganar el dinero de la venta injustamente, que quedarse una casa o parcela devastadas.
A los puestos de bombero funcionario se ingresa mediante oposiciones y cumpliendo unos requisitos.
[4] Los bomberos forestales en España tienen reconocida la categoría mediante el Real Decreto 1591/2010, del 26 de noviembre, donde son una figura muy presente debido al gran problema que tiene este país con los incendios forestales.
En países como Ecuador, Perú,[8] Chile,[9] Paraguay,[10] solo existen cuerpos de bomberos voluntarios, que funcionan como una sola institución jurídica dividida en varias compañías y cuerpos, sin recibir salario y obteniendo recursos a través de donaciones, recursos fiscales, incluso del propio dinero de los voluntarios para comprar material, equipos y entrenamiento del personal.