Un patíbulo[1][2]o cadalso[3](del poco usado cadahalso, y este del occitano cadafalcs[1], derivado del latín cadafalcum) es una estructura, un tablado que se levantaba para actos solemnes en medio de una iglesia con fines religiosos o en la plaza principal de una población (por ejemplo, para recibir al rey).
Para efectos religiosos, en la Edad Media se describe como un tablero de grandes dimensiones, elevado del suelo más o menos la talla de un hombre medio, conectado con un pasillo también alzado donde se sentaban las autoridades.
[5] Para este uso el cadalso tiene una forma de plataforma elevada sobre una estructura de madera o tarima alargada, cuidadosamente adornada, que se sitúa en los templos o lugares donde se celebran las exequias o sepulturas de cuerpo presente, para colocar las restos mortales de una persona ya sea directamente encima, o bien dentro de un ataúd (sarcófago o similar), el cual se deja abierto para que los despojos sean visibles a los concurrentes a la ceremonia.
Este arreglo se hace durante las ceremonias previas a la sepultura para rendir honores fúnebres al fallecido.
El cadalso se suele decorar en negro o en colores propios del cargo del difunto, como en el caso de reyes y papas, cuando se decora en rojo.