Primer ministro del rey José I (1750-1777), representante del despotismo ilustrado en Portugal en el siglo xviii, desempeñó un papel fundamental en el acercamiento de Portugal a la realidad económica y social de los países del Norte de Europa, emprendiendo varias reformas económicas y sociales.
En su juventud estudió derecho en la Universidad de Coímbra y durante un corto período sirvió en el ejército.
En 1755, Sebastião de Melo ya era primer ministro del reino tras ganar la confianza del rey José I; para entonces el ministro había considerado tomar como modelo económico a Gran Bretaña, pero previendo que el gobierno británico menospreciaba a Portugal como un aliado débil y dependiente, eligió como modelo político a la Francia absolutista de Luis XV para así fortalecer el Estado.
Para alcanzar dicha meta, el ministro incorporó las nuevas ideas divulgadas en Europa por la Ilustración, pero al mismo tiempo conservó aspectos del absolutismo y de la política mercantilista, procurando la intervención de la Corona en las actividades económicas.
Pero una de las más importantes reformas fue en el terreno financiero, pues Pombal promovió la creación de varias compañías y asociaciones corporativas que regulaban la actividad comercial, así como la reforma del sistema tributario para suprimir privilegios y estimular la productividad.
Estas reformas ocasionaron el odio del pueblo y de las clases altas, en especial la nobleza, que lo despreciaba como "advenedizo".
Sebastião de Melo realizó también una importante contribución para la sismología: elaboró una encuesta que envió a todas las parroquias del país, en la que preguntaba cuestiones como si los perros y otros animales se comportaron de modo anómalo poco antes del terremoto, si el nivel de los pozos había subido o bajado en días previos al sismo, o el número y tipo de edificios que habían sido destruidos.
Estas preguntas permitieron a los científicos portugueses (y luego de toda Europa) reconstruir el evento con la mayor exactitud posible y marcaron el nacimiento de la sismología como ciencia.
Tras el caso Távora, el inminente marqués de Pombal no encontró ya oposición, adquiriendo tal título en 1770.
María nunca perdonó la falta de misericordia mostrada hacia la familia Távora y le retiró todos los poderes.
Ese periodo sería conocido como la “Viradeira”, y se considera el último eslabón del Antiguo Régimen.
A la vez, el marqués estableció estímulos fiscales para la instalación de pequeñas empresas orientadas al mercado interno portugués, del que también formaban parte las colonias.
Como resultado, surgieron en el país centenares de pequeñas industrias que producían los bienes más diversos.
En ese terreno, el primer ministro trató de fortalecer el absolutismo del rey y en la lucha contra los sectores e instituciones que podrían debilitarlo.
Las mayores alteraciones, sin embargo, se produjeron en el terreno político-administrativo y en la educación.
Con la expulsión de los jesuitas del Imperio portugués en 1759, el marqués determinó que la educación en la colonia pasase a ser impartida por legos en las llamadas Aulas Regias pues hasta ese momento, la enseñanza formal estaba a cargo de la Iglesia católica.
Complementando ese conjunto de medidas, el marqués trató de dar una mayor uniformidad cultural a la colonia, prohibiendo la utilización del Nheengatu o ‘lengua general’ (una mezcla de las lenguas nativas con el portugués, hablada por los bandeirantes) y haciendo obligatorio el uso del idioma portugués en todos los niveles.