Centrando la portada queda el arco central de medio punto con tondos con cabezas clásicas en las enjutas.
Por encima de esta portada se sitúa la torre, formando un solo bloque y superponiendo sus cuatro cuerpos escalonados sobre la entrada.
Tras el terremoto de Lisboa (1755) la torre resulta gravemente dañada y se acomete en ella una reforma considerable a la vez que se le dota de mayor altura, construyéndose dos nuevos cuerpos de factura barroca y escalonados siguiendo el diseño del arquitecto local Miguel Ruiz, luego alterado durante su realización en un largo proceso constructivo que se prolonga hasta el año 1777.
En el interior destaca su Retablo Mayor, concertado en 1662 por Martín Moreno y terminado años más tarde por Francisco Ballesteros.
La correspondiente a la nave del evangelio, bien proporcionada y planteada en un cuerpo de altura más ático, presenta un hueco acabado en medio punto flanqueado por columnas pareadas de fuste liso.