Fuente de los Cuatro Ríos

La evidente metáfora de la gracia divina que se derrama sobre los cuatro continentes conocidos seguramente también contribuyó al favor del pontífice.

Fue mutilada en el siglo xix y actualmente se encuentra en el Palacio Real de Madrid.

La colocación del obelisco sobre el grupo escultórico central reafirmó la validez de una innovación que el propio Bernini había experimentado en 1643 con la realización de la Fuente del Tritón, y que era contraria a todos los cánones arquitectónicos de la época: el monolito no se apoyaba sobre un grupo central compacto, sino sobre una estructura hueca, que dejaba un vacío en el centro y sobre la cual se apoyaban solo los bordes de la base del obelisco.

Bernini quiso inspirar asombro en quien admira la fuente, componiendo un pequeño universo en movimiento a imitación de la realidad natural.

Bernini consiguió también obtener animadas sensaciones atmosféricas: un viento impetuoso golpea la palmera y sacude sus hojas, que chocan contra la roca, moviendo también la crin del caballo y dando la impresión de silbar entre los desfiladeros del acantilado.

Así, al ilusionismo del conjunto, se añadía una componente de color todavía más acentuada.

Los escritores y poetas coetáneos (excluido el ofendido Borromini) expresaron su asombro por una fuente tan extraordinaria, subrayando la impresión de lo caprichoso y en algunas partes incluso de lo exótico que la escultura transmite a aquel que la observa.

Una leyenda, muy popular incluso en nuestros días, está relacionada con la rivalidad entre Bernini y el otro gran maestro del barroco, Borromini.

Afirma que la estatua del Río de la Plata tiene elevado el brazo para protegerse del eventual derrumbe del campanario o de la cúpula de la iglesia de santa Inés en Agonía; igualmente, la estatua del Nilo se cubriría el rostro para no tener que verla (en realidad, esto se debe a que cuando se realizó no se conocían todavía sus fuentes).

También nos han llegado las palabras del papa, que dijo: «¡Caballero Bernini, con esta amabilidad nos has aumentado diez años de vida!».

La fuente de Bernini coronada por el obelisco de Domiciano .