Cerámica corintia

Las figuras en general son negras, con línea de contorno y detalles grabados, sobre el fondo claro del vaso, pero se añaden retoques purpúreos, después blancos, que en este estilo polícromo recoge una vasta y finísima pluritonalidad, en evidente relación con la pintura corintia contemporánea; al menos tal como ha llegado a través de escasos testimonios concretos.Un testimonio más de la paradójica vecindad existente entre estos ceramógrafos y los temas que posteriormente ejercerían influjo sobre la producción artística.Los mejores vasos aparecen adornados con escenas narrativas, cuyos temas preferidos son la caza, batallas, banquetes, la partida para la guerra, las hazañas de Heracles.En los vasos más grandes e importantes la clara arcilla corintia aparece ocasionalmente recubierta por un relieve rojo-naranja, a imitación de la cerámica ateniense y en las figuras se adopta una policromía particularmente vistosa (negro, rojo, cárdeno, blanco, incluso amarillo).La producción de vasos corintios cesa hacia el 550 a. C. y, consiguientemente, su exportación por la costa mediterránea, sustituida por la ateniense.También los vasos corintios, al igual que los protocorintios, fueron objeto de múltiples imitaciones, no siempre fácilmente reconocibles.El grupo más numerosos está constituido por vasos llamados italocorintios o etruscocorintios muy frecuentes en las tumbas etruscas.
Vaso corintio geométrico.
Hidria del Pintor del Damon , corintio reciente, circa 550 a. C., Museo del Louvre E643.
Pinax de Penteskouphia, 575-550 a. C.
Aríbalo coritinio de figuras negras que representa la caza del jabalí de Calidón . Circa 580 a. C.