Fue entonces cuando, según narra la leyenda, el caballo comenzó a mostrarse tosco y salvaje, relinchando y lanzando coces por doquier, sin que nadie lograra apaciguarlo.
Solo el joven Alejandro logró montar al caballo, y se dio cuenta de que el caballo recelaba de su propia sombra.
Alejandro giró la cabeza del caballo hacia el sol, cegándole y subiéndose de un solo brinco al caballo, momento que haría pronunciar a su padre la célebre frase: «Hijo, búscate un reino que sea igual a tu grandeza, porque Macedonia es pequeña para ti.»[4] Se dice que desde entonces Bucéfalo solo se dejaba montar por Alejandro.
[1] Frente a esta descripción de la doma de Bucéfalo realizada por Plutarco, el texto del Pseudo Calístenes sobre la vida del conquistador griego da una versión distinta.
[2][1] Se cree que este sitio está localizado frente al moderno pueblo de Jhelum, en la provincia del Panyab, al noreste del actual Pakistán.