[1] En las investigaciones realizadas por los arqueólogos estadounidenses, sobre todo por Carl Blegen y Rhys Carpenter, casi nada se ha hallado de la Acrocorinto griega y romana: los muros están parcialmente incorporados a los medievales.
Del templo de Afrodita, destruido por los cristianos, sólo subsisten los cimientos.
También se ha identificado la fuente Pirene en un ambiente subterráneo romano abovedado.
[1] El lugar más alto del sitio albergó un templo dedicado a Afrodita, que con la cristianización se convirtió en iglesia y después en mezquita.
La importancia estratégica del Acrocorinto era tal que, años más tarde, Demetrio de Faros aconsejó a Filipo V de Macedonia que si quería dominar el Peloponeso tendría que ocupar las fortalezas del Acrocorinto e Itome.