Las estatuas que decoraban el arco, dos elefantes en bronce, se encontraron en la vía Sacra entre 535 y 536.
Sin documentación contemporánea, sin embargo, las atribuciones de los edificios romanos sobre la base del estilo son consideradas dudosas.
Fue uno de los primeros edificios que tuvo una restauración moderna, comenzando con Raffaele Stern en 1817 y continuó por el arquitecto italiano Giuseppe Valadier bajo Pío VII en 1821, con nuevos capiteles y con albañilería de travertino, distinguible del original.
Las columnas se colocan sobre los pedestales cuadrados y enmarcan pequeños nichos rectangulares tallados en los pilares.
Las columnas no acanaladas son el resultado de una restauración del siglo XIX.
[12] La cumbre del arco estaba adornada por un grupo estatuario en bronce con una cuadriga tirada por elefantes en la que se encontraba el emperador deificado.
[3] La inscripción que figura en la cara oriental está grabada en capitales (quadratæ), con los puntos medianos separando las palabras.
Las columnas insertadas entre los dos pilares principales sostienen un entablamento simple formado por un arquitrabe a tres bandas y un friso adornado por un largo altorrelieve representando una procesión triunfal que debió rodear todo el arco pero de la que solo queda la sección del lado oriental.
En el extremo izquierdo de la sección conservada, una figura alargada sobre un ferculum llevado por tres hombres ha sido identificada como una personificación del río Jordán[13].
Los dos relieves representan dos escenas que se desarrollaron durante el triunfo celebrado en Roma por Tito por sus victorias en Judea.
Podría tratarse del arco que Vespasiano y Tito hicieron construir en el Circo Máximo.
El remate en ático del arco estaba originariamente coronado por más estatuas, quizá de un carro dorado.
[11] La principal inscripción solía estar adornada por letras hechas quizás de plata, oro o algún otro metal.
(Insigne religionis atque artis, monumentum, vetustate fatiscens: Pius Septimus, Pontifex Maximus, novis operibus priscum exemplar imitantibus fulciri servarique iussit.
Anno sacri principatus eius XXIV) Traducción: (Este) monumento, emblema de la religión y del arte, se había debilitado por su antigüedad: Pío VII, sumo pontífice, ordenó que se reforzara y preservara imitando el modelo del antiguo ejemplar en el año 24 de su sagrado mandato.