Las letras capitales cuadradas romanas constituían una escritura myúscula angular, siendo a menudo escrita sin separación entre palabras o con un punto situado a media altura.
Las mayúsculas cuadradas se caracterizan por su forma, principalmente de líneas rectas con ángulos netos y pequeñas serifas en las terminaciones.
Las letras tienden a tener la misma altura y anchura, por eso la denominación de cuadradas.
Para la escritura de uso cotidiano, los romanos usaban con más frecuencia las mayúsculas cursivas.
Para la escritura de uso cotidiano, los romanos usaban con más frecuencia las mayúsculas cursivas.