Según una leyenda romana, el monte Quirinal habría sido el emplazamiento de un pequeño pueblo de los sabinos, quienes habían erigido altares en honor del dios Quirinus (dando nombre a la colina) y allí habría vivido el rey Tito Tacio tras la paz entre los romanos y los sabinos.Algunos autores consideran plausible que el culto a la Tríada Capitolina (Júpiter, Minerva y Juno) hubiera sido celebrado aquí, mucho antes que en el Monte Palatino.También Augusto ordenó la construcción de un templo en honor a Marte.Sobre el edificio de Constantino fue erigido el Palazzo Rospigliosi, y en este palacio estuvieron originalmente las dos famosas estatuas de Cástor y Pollux con los caballos, que ahora se encuentran en la plaza del Quirinal.Las dos estatuas de dioses del río que Miguel Ángel trasladó a la escalinata del Palazzo Senatorio en la Colina Capitolina, también proceden de aquí.