El encuentro de León Magno con Atila es un fresco del artista Rafael Sanzio, aunque se nota en esta obra la mano de sus ayudantes Panni y Giulio Romano.
Esta representación de la Liberator Romae es una clara alusión a las luchas del Papado contra Francia.
Es interesante constatar que Rafael representó primero a León I con la cara del papa Julio II, con barba, pero después de la muerte de éste, Rafael cambió la pintura para que se asemejara al nuevo papa, León X.
En segundo plano, a la derecha, aparece una agitada multitud que transmite dinamismo al cuadro.
El cromatismo está limitado, básicamente, al rojo, el amarillo y el marrón.