Castillo de Buda

Aprovechando su estado semi ruinoso, el nuevo gobierno comunista húngaro empezó la reconstrucción del edificio en un severo estilo neoclásico.

Las exuberantes decoraciones finiseculares y las diversas referencias a la monarquía habsbúrguica fueron eliminadas en pro de un estilo más neutro e ahistórico.

En el interior, los antiguos aposentos reales dieron paso a amplias salas de exhibiciones.

A partir de entonces, los siguientes reyes húngaros pasarían mucho tiempo en esta nueva fortaleza, sin perder el contacto directo con Székesfehérvár.

Andrés III de Hungría emitió documentos y residió permanentemente en Óbuda, donde falleció en 1301.

Fue durante la época del Renacimiento en el siglo XV, que Buda alcanzó su esplendor, cuando el rey húngaro Matías Corvino mejoró la obra de Segismundo de Luxemburgo y decoró las fachadas externas y los muros internos con detalles renacentistas.

En 1541 los ejércitos otomanos barrieron a la resistencia húngara y tomaron el castillo de Buda.

El reino húngaro se reunificó, y Buda continuó siendo la ciudad de mayor relevancia, sin embargo puesto que los gobernantes Habsburgo que tenían la corona húngara vivían en Viena, la corte del monarca continuó manteniéndose en dicha ciudad.

Presuntamente los rusos conocían sus planes y se dirigieron inmediatamente con armas pesadas a las posibles vías de escape.

Vista del castillo de Buda en las Crónicas de Núremberg a finales del siglo XV .
Grabado del castillo de Buda en el siglo XVI .
Vista aérea del castillo
Estatua ecuestre del príncipe Eugenio de Saboya , liberador de Buda en 1686.
Vista nocturna del castillo
Turistas visitando el lugar