El Reino de Hungría, fundado en 1000 por el rey Esteban I, enfrentó numerosas amenazas del Este desde su propia fundación.
Pronto el reino huérfano tuvo dos reyes, uno Juan I Szapolyai y el otro Fernando I de Habsburgo, el hermano del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
A partir de este momento, el reino húngaro se dividió en tres partes: una occidental bajo el control del monarca Habsburgo de turno (por lo general hermano o pariente cercano del emperador y posteriormente el mismo emperador), una región central bajo ocupación otomana y una oriental con cierta independencia, pero como vasalla del Imperio otomano.
En su retirada los otomanos se refugiaron en los territorios húngaros ocupados y el visir Mustafa fue ahorcado por su derrota.
La figura del príncipe transilvano desapareció, puesto que el joven Miguel Apafi II fue llevado a la corte de Leopoldo I en Viena y obligado a abdicar, recibiendo a cambio el título de príncipe del Sacro Imperio Romano Germánico.