Carlos V de Lorena

Poco después de su llegada a Viena comenzó una guerra contra el Imperio Otomano.

Sin embargo, Carlos de Lorena, no podía soportar permanecer en ella y partió secretamente para reunirse con el ejército imperial que se encontraba comandado por Raimondo Montecuccoli.

Al llegar a la capital se vio aquejado de viruela[10]​ y fiebre que casi acaban con su vida.

La Mancomunidad Polaco-Lituana estaba regida por una monarquía electiva por lo que los diferentes partidos comenzaron a presentar sus candidatos.

Francisco Ragotski y los principales líderes de la insurrección depusieron las armas pero las tropas imperiales empezaron a saquear el país.

Sin embargo al final se llevó una desilusión porque el elegido fue Juan III Sobieski gracias a su victoria contra los turcos en la batalla de Chocim.

Sin embargo, Montecuccolli, no pudiendo resistir las necesidades logísticas provocó con sus movimientos el comienzo de una batalla.

El Mariscal de Créquy se retiró hacía Morville-lès-Vic y Carlos de Lorena le siguió pero viendo la fuerte posición defensiva que tomaron las tropas francesas decidió asimismo atrincherarse y responder al bombardeo francés.

El Mariscal de Créquy simuló hacer lo mismo pero cuando los imperiales estaban ya lejos avanzó y puso bajo asedio Friburgo.

Mientras se negociaba la paz, Carlos de Lorena recibió una carta del emperador que le instaba a marchar a Viena para contraer matrimonio con su hermana Leonor María Josefa de Habsburgo como se había acordado en 1673.

La campaña terminó con esta conquista porque poco después se firmaron los Tratados de Nimega que puso fin a la Guerra Franco-Holandesa.

Todos los Estados europeos lo reconocieron como tal, a excepción de Francia que continuó ocupando sus ducados.

Sostenían que las defensas de la ciudad estaban demasiado débiles como para resistir a la artillería pesada turca[54]​.

La madrugada del día 2 de julio[55]​ los turcos intentan cruzar el río por sorpresa pero los imperiales descubren sus intenciones y comienzan usar la artillería.

De inmediato los otomanos emprendieron los trabajos del sitio y se empezaron a cavar trincheras subterráneas para minar las murallas.

El prestigio ganado en su lucha contra los cosacos, tártaros y turcos por Juan III Sobieski le valió la designación como jefe de las fuerzas coaligadas que debían liberar Viena.

El ala derecha, formado por los jinetes polacos, se vio retrasado por la dificultad del terreno pero cuando la caballería se hizo paso entre las colinas y bosques apareció flanqueando la derecha otomana dando la oportunidad de realizar un ataque de flanco.

A los pocos días varios príncipes alemanes quisieron abandonar el ejército imperial con sus tropas.

Las tropas imperiales avanzaban lentamente y Juan Sobieski decidió marchar impetuosamente en pos de los turcos, atacándolos en Parkany.

Tras estos éxitos, Juan Sobieski intentó interceder ante Leopoldo I por los protestantes húngaros pero no se llegó a ningún acuerdo.

Sin embargo las cosas se complicaron rápidamente, el Gran Visir avanzó hacia la ciudad con 20.000 soldados y Carlos de Lorena decidió, para no quedar encerrado entre dos ejércitos, dar batalla a las fuerzas de socorro con 15.000 soldados mientras el resto seguía asediando la plaza[70]​.

Mientras tanto los turcos intentaban firmar una paz que restaurase las fronteras a las de 1684 pero esta oferta se rechazó.

Cada uno tenía un cometido: el elector, con 18.000 hombres debía ocupar Pest mientras que Carlos de Lorena asediaba Buda[77]​.

En ese momento la ciudad estaba rodeada por tres líneas paralelas de trincheras y las baterías colocadas en todos los puntos bombardeaban constantemente las posiciones turcas.

Mientras los generales imperiales instaban a realizar un asalto, Carlos V de Lorena se negó y mandó un emisario al bajá de Buda con un ultimátum en el que señalaba que si no se rendían la guarnición sería masacrada.

El tercer intentó fue dirigido personalmente por Carlos V de Lorena y finalmente consiguieron entrar en la ciudad alta.

Tras la entrada en la ciudad, las tropas realizaron una matanza asesinando a cualquiera que encontrasen, ya fuesen hombres, mujeres o niños tal y como Carlos de Lorena había prometido en su ultimátum.

Carlos V de Lorena engaño al Gran Visir otomano haciéndole creer que no tenía fuerzas suficientes para hacerle frente por lo que el turco mandó sobre el ala izquierda imperial a 10 000 sipahis y 5.000 jenízaros.

Tras esta maniobra cundió el desorden entre los turcos quienes se vieron obligados a retirarse sufriendo grandes pérdidas.

Poco después de la batalla, las continuas lluvias y el mal tiempo impidieron que se produjeran más progresos en esa campaña.

Nicolás Francisco de Lorena , padre de Carlos V de Lorena
Carlos V de Lorena
Alegoría del Tratado de Nimega .
Herman de Baden , presidente del “ Hofkriegsrat
Asedio de una ciudad por Carlos V de Lorena.
Fortificaciones y ciudad de Viena
Asedio turco a Viena . Obra de August Querfurt
Juan III Sobieski bendice a las tropas antes de la batalla de Kahlenberg . Obra de Juliusz Kossak
Carlos V de Lorena en la Batalla de Parkany .
Ciudad de Pest (1602).
Asedio de Buda (1664)
Entrada de Carlos V de Lorena en Buda . Obra de Gyula Benczúr
Entrada triunfal de Carlos V de Lorena en Buda . Obra de Charles Herbel
Batalla entre turcos e imperiales. Obra de Jan Peter van Bredael
Maguncia en el siglo XVII
Busto de Carlos V de Lorena