[13] Manuel Diego comenzó en esa tierna edad a servir como piquero en Flandes.[18] En la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional, Signatura OSUNA, existen 842 legajos con documentos del archivo de la casa ducal de Béjar relacionados con el X duque Manuel Diego, entre ellos la correspondencia cruzada entre personajes de su época y el X duque de Béjar Manuel Diego.La lucha del Sacro Imperio contra el imperio turco, cuando Viena en 1683 fue sitiada por el turco, solo preocupó al Consejo de Estado en España, por saber si el emperador podía enviar refuerzos para defender los Países Bajos o la Lombardía en caso de un ataque francés.[19] El duque Carlos V de Lorena, generalísimo de las tropas imperiales, salió en campaña en 1684 y conquistó Pest, luego puso sitio a Buda, pero por bajas en su ejército por enfermedad, se retiró.[20] En 1686 el duque de Lorena, con un gran ejército imperial y ayudado por las tropas del príncipe elector de Baviera y de los voluntarios escoceses, franceses, ingleses, flamencos se puso en marcha para reconquistar la plaza de Buda, fortaleza amurallada y defendida por un gran ejército turco.El duque de Béjar con sus compañeros y voluntarios españoles demostrando su valor intrépido fueron los primeros en subir a la brecha y tratar de conquistar la plaza, pero fueron recibidos por una fuerte lluvia de balas, bombas, flechas y piedras.El duque Manuel Diego fue herido por una bala de mosquete que le atravesó el brazo izquierdo y le salió por el espinazo, su hermano Baltasar recibió un flechazo en la tetilla y un fuerte golpe con una piedra en el estómago, el duque de Escalona quedó también herido, el marqués de Aguilafuente recibió un balazo en la cabeza, de todos sus servidores y camaradas solo cuatro quedaron sin heridas, los demás muertos o heridos de gravedad.destacó, siendo el primero en el Asalto de Buda", en 3 sonetos: Primer soneto: "No murió, no, que vive coronado, aquel que, en lugar de morir, vivió oprimido, como halagador del peligro que le aconteció, a quien el riesgo le fue una hazaña prolongada.Coronado con laureles de triunfo invencible, guiado hacia la esfera celestial, porque supo evitar el odio, logrando una vida inmortal, amada por Dios.Deseoso de derramar su sangre, coronó valientemente la brecha rota, convirtiendo su fama en un templo mundial; pues con celo y valor tan generoso, triunfando sobre la muerte y el accidente, la gloria que le sigue es un legado ejemplar".