Plaza de toros
Principalmente consiste en un anfiteatro cerrado de forma aproximadamente circular con graderías y servicios que rodean un espacio central donde se realiza el espectáculo taurino, llamado ruedo o redondel, un terreno de tierra batida (arena o albero).[4][5] Fuera de la temporada taurina se emplean además para albergar espectáculos musicales o culturales.[6][7][8] La tauromaquia es la evolución de los trabajos ganaderos de conducción, encierro y sacrificio en los macelos o mataderos urbanos que comenzaron a construirse en España durante el siglo XVI.[9] Estos profesionales de la conducción del ganado vacuno, entonces todo bravo, y los matarifes aportaron creatividad y virtuosismo a las tareas más arriesgadas, que inmediatamente fueron de interés para los más diversos espectadores.Las primeras noticias sobre estas suertes prodigiosas son del Matadero de Sevilla, en el cual además está documentada la presidencia encarnada por un representante de la autoridad municipal, situado en una torre mirador o palco proyectado por el arquitecto Asensio de Maeda y conocido por una importante cantidad de óleos que recogen la actividad taurina en ese momento.En el matadero sevillano también se proyectaron las primeras tribunas para espectadores en la segunda mitad del siglo XVI.[23][24] Las instalaciones con las que cuenta una plaza de toros comprenden las zonas destinadas al público, el ruedo dónde se desarrolla la lidia e instalaciones necesarias para la celebración del festejo taurino.Las localidades para el público se sitúan en la zonas de tendido, grada o andanada, en función de su proximidad al ruedo, siendo la andanada la más alejada.La plaza de toros comprende también las instalaciones destinadas al ganado, como los corrales, que se comunican mediante portones y que tienen un acceso para los camiones de trasporte del ganado.