Historia nacional

La historia nacional es la segmentación del objeto de la ciencia histórica para restringirse a la nación.

El providencialismo medieval tiene siempre en mente la unidad del género humano y su común fin escatológico, pero ya Isidoro de Sevilla realiza una Historia Gothorum, y Beda el Venerable centra su historia en la isla británica.

La caída del Antiguo Régimen y la historiografía burguesa y nacionalista terminarán de perfilar el modelo de una historia al servicio de la construcción nacional, que en Francia particularmente estará gestionado desde una eficaz escuela pública (diseñada por el historiador Guizot).

Ello contribuyó a la instrumentalización de la historia, trasladándola desde el lugar marginal que ocupaba, hasta el centro de un nuevo sistema pedagógico, útil para formar, a leales ciudadanos.

Este nuevo rango no le hará olvidar la base de su sustento y seguirá manteniendo su finalidad política anterior, pero esta vez, al servicio de los nuevos grupos sociales.

Y es que estos nuevos estados, además de nacionalizar las cuestiones esenciales del presente, la soberanía, la justicia, las riquezas en manos muertas, o el ejército, buscarán también su legitimidad mediante la nacionalización de la cultura, la información, la memoria y el pasado, y todo ello buscando como objetivo una nueva cohesión social.

Por otro lado, la antiespañola conspiración judeomasónica quedaba como fondo oscuro del retrato.