Potter fue invitado por Nicolaes Tulp, quien quedó impresionado por sus maneras y su educación.
Tuvo una gran influencia en los artistas que pintaron paisajes a principios del siglo XIX.
Se cuenta que su ambiciosa pintura La granja (1649; Museo del Hermitage) fue rechazada por su comitente, Amalia de Solms-Braunfels, porque incluía a una vaca orinando cara al espectador.
El cuadro pasó a la familia real sueca y en 1815 ingresó en el museo ruso.
Debe su fama, sobre todo, a los cuadros de animales, con cabras, ovejas y, principalmente, vacas, en armonía con la naturaleza que los rodea.