[1] La mayor proporción de Chile se encuentra en el sector occidental del Cono Sur en América del Sur, entre la cordillera de los Andes y el océano Pacífico, llamado Chile continental.
En mayo de 1534, Carlos V despachó varias cédulas que dividían la América española al sur del río Santiago en cuatro gobernaciones.
Valdivia seguía sus expediciones en dirección sur para poder fundar un asentamiento en el lugar, algo que no concretó al encontrarse con los araucanos.
El tratado, avalado en 1506 por la bula pontificia Ea quae pro bono pacis, lo que lo hizo obligatorio para todos los países católicos, no fue reconocido por los estados europeos no católicos e incluso por algunos que sí lo eran, como Francia.
No se han hallado aún en archivos españoles los documentos que confirmen la latitud alcanzada y las tierras avistadas; sin embargo, el relato del marinero holandés Laurenz Claesz (en un testimonio sin fecha, pero probablemente posterior a 1607), documenta la latitud y la época.
Otros historiadores atribuyen el primer avistamiento de tierras antárticas al marino neerlandés Dirk Gerritsz, que habría encontrado las islas hoy denominadas Shetland del Sur.
El territorio que estaba asignado a Villagra y que se heredó a Quiroga tuvo el estrecho de Magallanes "inclusive", con los territorios al sur de este también.
En 1768 el capitán general Ambrosio O'Higgins, elevó una carta dirigida al Consejo de Indias solicitando con urgencia que se le autorizase el poder fundar asentamientos en la costa patagónica atlántica para poder tomar posesión de la zona y evitar que naciones extranjeras como Gran Bretaña se adelantasen, textualmente "atendiendo a la defensa interior del Reino".
Ambrosio planteó construir un camino entre la zona sur del Chile antiguo y Buenos Aires con el objetivo de promover el comercio entre estos dominios y así además poder incorporar en mayor medida a los indígenas pampas.
Este mapa muestra la Patagonia dentro del Reino de Chile, anotando allí: "Chile Moderno que los geógrafos antiguos llamaron Tierra Magallánica, de los Patagones y los Césares, tan celebrada del vulgo cuanto no hay en estos países naciones más crecidas y numerosas que los Aucas, Puelches, Toelches y Serranos de quienes dimanan otras parcialidades que tratan con los españoles".
Cruz fue acompañado por un grupo de oficiales del ejército real de Chile y a poca distancia de Buenos Aires, le dijo al cacique aucae Curripilun: "Vosotros fuistéis siempre pobres hasta que llegaron los españoles a estos desiertos chilenos a procrear caballos, vacas y ovejas para vuestro sustento".
Encontrará arbitrios seguros para defendernos por las costas patogénicas de nuestros amigos (los indios) para la defensa, sin multiplicar gastos al erario y mediante ellos extender nuestros descubrimientos y conquistas a los lugares más remotos".
Además el territorio incluyó toda la Tierra del Fuego y las Islas Sebaldes.
El año siguiente envía una carta a la Marina Real Británica hablando sobre su país:
[46] En 1878 Argentina inició la Conquista del Desierto sobre la Patagonia oriental y acordó con Chile en el Tratado Fierro-Sarratea formar una comisión que debía determinar la frontera.
Sin embargo, con posterioridad los peritos descubrirían que la bahía de San Sebastián de costa atlántica se encontraba parcialmente en territorio chileno, por ende, Argentina pidió la revisión del límite y este se fijó desde el cabo del Espíritu Santo hasta el ya mencionado canal.
Los diplomáticos de ambos países acuerdan que "la soberanía de cada Estado es absoluta sobre el litoral respectivo, de modo que Chile no puede pretender punto alguno sobre el Atlántico, como la República Argentina no puede pretenderlo hacia el Pacífico", aclarando que "si en la parte peninsular del sur, precisamente el seno de Ultima Esperanza, al acercarse al paralelo 52, apareciese la cordillera internada entre los canales del Pacífico que allí existen, los peritos dispondrán el estudio del terreno para fijar una línea divisoria que deje a Chile las costas de esos canales".
[48] El límite definitivo en la zona de Última Esperanza no sería definido hasta 1902.
Este conflicto fue resuelto con la mediación del cónsul de los Estados Unidos en Buenos Aires, William I. Buchanan.
Tras el final del litigio, Antofagasta de la Sierra queda definitivamente en soberanía argentina.
El conflicto llegó a su punto culmine el día 22 de diciembre de 1978 cuando las Fuerzas Armadas argentinas intentaron desembarcar tropas en las islas en litigio e invadir Chile, acción delineada bajo la denominación táctica de: Operación Soberanía, pero fueron detenidas en su cometido por una fuerte tormenta en la zona del Beagle, otorgando así un tiempo mayor para que los jerarcas militares argentinos que aún eran reticentes a aceptar la oferta papal de mediación en la controversia lo pudieran hacer, lo cual finalmente ocurrió.
El asentamiento comenzó a ser denominado Nuestra Señora del Paposo, al parecer, desde 1679.
El Perú se ve inmerso en ella, debido a la alianza defensiva que tenía con Bolivia.
Por ende estos territorios no eran considerados como res nullius (cosa sin dueño), por parte de potencias extranjeras.
Dicha búsqueda se vio forzada a hacerla pues la corriente en cuestión, hacía el viaje hacia el sur del continente sudamericano por la costa del océano Pacífico, una travesía extremadamente lenta, ya que los barcos debían navegar a contra corriente.
En 1749 fue construido por los españoles el Fuerte Santa Bárbara en la isla Más a Tierra (Robinson Crusoe), como protección contra los piratas y corsarios.
Durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931), la isla Robinson Crusoe fue usada como prisión para reos comunes y políticos.
Contó con bases de operaciones en caleta San Carlos en Corral y en isla Decepción.
El plebiscito en mención, nunca se realizó por la sistemática oposición de los gobernantes chilenos.
Sus límites terrestres, que totalizan 7801 km,[1] son (según su mayor o menor longitud):