Parlamento de Las Canoas

Estas ciudades se caracterizaban por estar en territorios poblados por poblaciones huilliches, consideradas más pacíficas que las parcialidades mapuches ubicadas al norte del río Cautín.

Este levantamiento finalizó con la destrucción de todos los asentamientos españoles entre los ríos Biobío por el norte y Maullín por el sur, proceso que se extiende hasta mediados de 1604 cuando son abandonadadas las últimas fortificaciones.

[4]​ En 1784 se designa a Francisco Hurtado del Pino como gobernador de Chiloé, y mediante instrucción real se ordenó tanto a él, como al Gobernador de Chile Ambrosio O'Higgins, la apertura del camino real hacia Valdivia desde el sur.

Este tratado permitió el establecimiento de haciendas en los llanos al norte del río Bueno.

Así, se conformó una alianza entre los caciques Tangol -de río Bueno-, Queipul y Catrihuala, quienes inician la Rebelión huilliche de 1792, cuyo objetivo es destruir las haciendas, las misiones y asaltar Valdivia.

[4]​ En términos institucionales, los cacicatos huilliche fueron incorporados a la sujeción de la Corona española, manteniendo la estructura tradicional del cacicato, a través del cual las autoridades coloniales ejercerían la dominación política.

Este tratado constituye hasta ahora, un hito histórico para las comunidades de todo el Butahuillimapu, en tanto representa el acuerdo entre dos autoridades legítimamente constituidas que establecieron una forma de relación basada en un tratado.

Fuerte Reina Luisa en Osorno, construido poco después del Parlamento de las Canoas