Un plebiscito es una forma de consulta popular directa sobre temas políticos clave, generalmente planteados como una alternativa entre dos posibilidades.
En el sentido latino del término, el plebiscito se concibe como un instrumento verdaderamente democrático y no como un tipo de cesarismo.
Solo más tarde, tras la aprobación de la lex Hortensia en el 287-286 a. C., se estableció el principio por el cual las decisiones tomadas en los concilia plebis vinculaban a todos los ciudadanos.
[2] En un sentido más estricto, comprendería la directa manifestación de la voluntad del pueblo tendente a la creación de un ordenamiento jurídico, una vez establecido que la voluntad popular se manifiesta con el ejercicio del derecho al sufragio en las elecciones o en el referendo, cuando este se admita y en la medida legal en que está permitido.
De ahí que el término "plebiscitario" haya entrado en la terminología usual para indicar una votación aprobada por una mayoría muy amplia.