Plebiscito nacional de Chile de 1988

El universo electoral habilitado para votar entonces ascendió a 7 435 913 personas.

Ello implicaba que este tribunal, aparentemente, no estaba llamado a controlar el referéndum y finalmente, tendría que crearse un órgano gubernamental ad hoc para su calificación.

[7]​ La gran inscripción de electores que se produjo —cercana al 91 % del total de personas habilitadas para hacerlo— hizo temer tanto al Gobierno como a la oposición.

Mientras el oficialismo comenzó a temer una masiva inscripción de opositores a la dictadura militar, la oposición pensó en una posible doble inscripción para sabotear el resultado del plebiscito.

Otro cuerpo normativo sustancial para el establecimiento del sistema electoral público prescrito por la Constitución fue la ley 18700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, del 6 de mayo de 1988.

Esta norma reguló, en sus disposiciones transitorias, algunos aspectos prácticos de la convocatoria, campaña y votación en el plebiscito.

Sin embargo, en definitiva la mayoría decidió convertirse formalmente en partido al poco tiempo.

[8]​ En los meses siguientes —antes del plebiscito— fueron legalizados los partidos Avanzada Nacional, Humanista, Renovación Nacional, Democracia Radical, Socialista Chileno, Demócrata Cristiano, Por la Democracia, Del Sur, Radical y Los Verdes.

En esa línea, el viernes 11 de julio del mismo año declaró que «nadie puede desconocer el derecho del Gobierno a proyectarse más allá de 1989».

Por primera vez en la historia nacional, se realizaron franjas de propaganda televisiva para ambas posiciones políticas.

El primer día fue emitida primero la franja del «No» y luego la del «Sí», al día siguiente al revés, y así de manera sucesiva en los días posteriores.

[20]​[21]​ Al poco tiempo, se notó la superioridad técnica de la franja del «No».

Para ello, se compuso un popular jingle titulado "Chile, la alegría ya viene" —con letra de Sergio Bravo, música de Jaime de Aguirre e interpretado por Rosa Escobar y Claudio Guzmán—,[26]​[27]​ y se contó con la colaboración de múltiples estrellas chilenas e internacionales, como Florcita Motuda (que compuso dos canciones, "Nadie lo puede ver" y "El Vals del No"), Jane Fonda, Christopher Reeve o Sting.

[29]​ Por otro lado, el «Sí» planteaba por una parte una estrategia centrada en resaltar la crisis ocurrida durante el gobierno de la Unidad Popular y sembrar el miedo en los votantes recordándoles ese período histórico, al tiempo que trataba de mostrar un rostro democrático y amable del general Pinochet, que era visto como un militar rígido y severo.

Esta campaña tuvo también un fuerte tinte patriótico, con himnos dedicados al general, que rozaban la línea del culto a la personalidad en algunas ocasiones.

[32]​ El multimillonario húngaro-estadounidense George Soros brindó asesoría a la campaña del No, según Máximo Pacheco Matte, el apoyo se vio reflejado "en la realización de estudios y la obtención de datos que nos entregaron información que se nos había ocultado por 17 años (...) Lo que ahí aprendimos fue crucial para la preparación del famoso programa televisivo de la campaña del No y para la victoria en el plebiscito".

[44]​ Estos gobiernos se contactaron con Pinochet, quien prometió reconocer los resultados de la votación.

La Concertación presionó al Gobierno para que se realizara una votación normal.

A las 23:00, Cardemil se reunió con el general Pinochet, informándole que el «No» posee más del 53 % de los votos hasta ese momento, lo que ya es irremontable.

Sergio Onofre Jarpa, presidente de Renovación Nacional, debía participar en un programa que analizaría los resultados del plebiscito, junto a Patricio Aylwin en Canal 13 a las 22:00, pero la demora de los resultados atrasaba el programa, que se fijó finalmente para la medianoche.

En dicha reunión, el ministro Sergio Fernández habría reconocido la derrota y expresado que el alto porcentaje obtenido era de cualquier forma motivo de orgullo, a lo que el general de la Fuerza Aérea habría respondido con un irónico «¿Y por qué no traemos champaña para celebrarlo?».

[48]​ En ese momento, el jefe del Estado Mayor habría sufrido un infarto debido al acalorado enfrentamiento entre los líderes castrenses.

Después de la reunión, Pinochet aceptó la situación y ordenó publicar el tercer cómputo.

Durante esa noche, Pinochet, vestido en uniforme militar, entregó un mensaje mediante cadena nacional de televisión en que reconoció la victoria del «No» y que continuaría el proceso trazado por la Constitución de 1980.

Tras el triunfo del «No» en el plebiscito, la Concertación propició una reforma constitucional, que permitiera una «transición consensual a la democracia» y superar el debate sobre la legitimidad de la Constitución, realizándola conforme al mecanismo contenido en ella, que implicaba, dentro de dicho periodo transitorio, ser ratificada en un plebiscito.

Símbolo de la opción "Sí". El logotipo llevaba las letras SÍ azules con una estrella y banda tricolor azul, blanca y roja.
El logotipo de la Concertación de Partidos por el No llevaba el arcoíris , principal símbolo de la oposición a la dictadura militar chilena .
Panfleto de la campaña de apoyo a Pinochet y al voto por el Si.
Placa exhibida al inicio de la franja electoral televisiva.
Panfleto de apoyo a la opción «No».
Concentración masiva en apoyo al «no»
Voto utilizado en el plebiscito.
Diagrama del sistema de conteo paralelo realizado por el Comando del No.
Titular del diario Fortín Mapocho el 11 de octubre: «¡Corrió solo y llegó segundo!».
Manifestantes celebran al día siguiente de la victoria del «No» en Alameda con Ahumada , en Santiago .