Se halla en la cuenca del río San Juan, a 200 km al sur de Lima.
Según Cánepa Pachas, ", al mando de un jefe que se hacía llamar el Chincha Auca,...", dominando a los primitivos habitantes.
De ellos aprendieron sus conocimientos sobre pesca, recolección y algo muy importante, "su desplazamiento sobre las aguas del mar en balsas rudimentarias".
Este intercambio fue en doble sentido, ya que los nuevos pobladores, les dieron a los antiguos, sus usos, costumbres, religión, conocimientos agrarios y arquitectónicos, hasta ir absorbiéndolos por completo hasta desaparecerlos.
Poderosas tribus al mando de bravos y religiosos jefes se adueñaron del valle denominándose Chinchas, que quiere decir "jaguares".
Según Fray Cristóbal de Castro, los Chinchas fueron gobernados por Guabiarucana, cuya sede de gobierno fue fijada en la parte alta del valle Chinchaycámac, más adelante incorporaron a su culto el dios del mar.
Esta nueva cultura no solo se posesionó del valle costero sino que subió a la sierra de San Juan de Yánac y Alto Larán.
Un conocimiento importante que aprendieron los Chinchas de los antiguos pobladores pre-chinchas, fue la navegación marítima, reemplazando las primitivas y rudimentarias embarcaciones con grandes balsas de totora y palos, llegando a desplazarse por el litoral peruano, desde Acarí (Arequipa) hasta América Central.
El poderío del rey chincha se midió por la cantidad de balsas que tenía.
Los productos chinchanos llegaron hasta el Caribe, lo cual debe ser cierto, por cuanto los chinchanos comercializaban sus productos en la desembocadura del río San Juan; de ahí comerciantes Chibchas lo llevaban por el curso del río San Juan hasta el mar Caribe.
Los chinchas comercializaron: chuño, charqui de llama, lanas diversas, cobre, pescado salado, calabaza, maíz y huacos.
Traían a Chincha: mullu o concha colorada (spondylus), esmeraldas y otras piedras preciosas.
Entre 1458 y 1460, los chincha fueron conquistados por el Imperio inca durante el gobierno de Pachacútec por su hijo Túpac Yupanqui, llegando a establecerse luego de la primera resistencia ante la conquista, "muy buenas relaciones amistosas y comerciales", al incluso ayudaron a expandir el imperio.
Los chincha no tuvieron problemas para reconocer al Inca y continuar viviendo pacíficamente en su dominio.
El rey de Chincha debía pasar varios meses al año asistiendo a la corte del emperador inca, aunque se le otorgaron los honores de los más altos nobles incas.
Los incas valoraron a los chinchas por su tenacidad y valentía así como por adelanto agrícola-cultural-comercial-militar que los diferenciaban de las demás culturas conquistadas.
Muchas personas afectadas por el terremoto viven en carpas o en barracas de madera.