Nicolás del Campo

Demostró ser un administrador honrado y capaz para ejercer el virreinato, cuya importancia crecía vertiginosamente.Influenciado por la fisiocracia fomentó la economía en todos sus niveles, tratando de promover la ganadería y la agricultura,[2]​ estimulando el cultivo del trigo y la instalación de silos para conservar las cosechas.Ello lo logró a través de dos objetivos: introdujo una nueva política de coexistencia pacífica y un comercio provechoso con los indios lo que le permitió enviar una expedición a las Salinas Grandes a fin de traer el mineral que necesitaba la provincia.Mejoró las instalaciones del puerto y luchó contra el contrabando.[2]​ Numerosas fuentes cometen frecuentes errores e inexactitudes a la hora de nombrar al virrey Loreto.De hecho, los dos poseen el mismo escudo de armas con cuatro barras o varillas rojas sobre fondo dorado, rodeado el conjunto por una bordura azul con ocho cruces.En cualquier caso, tanto el virrey Nicolás del Campo como su madre y hermanos, usaron más frecuentemente como apellido la forma «Rodríguez de Salamanca» o incluso simplemente «Salamanca», si bien es verdad que en alguna ocasión aparezca apellidado como «Rodríguez de las Varillas de Salamanca».Fue su padre el que había recibido del rey Carlos III de España tal dignidad en 1766.
Mapa de las costas patagónicas de Nicolás del Campo de 1786.
Palacio de la familia Solís, Rodríguez de la Varillas de Salamanca. Este lugar tiene una gran importancia histórica porque fue el sitio donde el entonces príncipe Felipe II contrajo matrimonio con María Manuela de Portugal