Hacienda

En los términos de la distinción metodológica que hace Ackerman, entre residencia señorial campestre, asociada a una gran explotación agraria, y la granja o hábitat de carácter puramente agrícola, en la que el dueño puede tener, o no, vivienda, la Hacienda pertenece clarísimamente al primer grupo.

En muchos casos, las propias haciendas andaluzas cumplían un papel importante en la producción y almacenaje de productos destinados al Nuevo Mundo e incluso pertenecían a indianos.

En Yucatán, México, son famosas las haciendas henequeneras que cobraron auge en la segunda parte del siglo XIX y principios del XX, porque en ellas se gestó y desarrolló la agroindustria del henequén que dio impulso económico determinante al estado de Yucatán y a la región peninsular en su conjunto, particularmente durante tal época finisecular.

La riqueza producida por estas unidades productivas ayudó a financiar las campañas bélicas del Ejército Constitucionalsta, comandado por Venustiano Carranza durante la etapa inicial de la Revolución mexicana, gracias a la intervención del general Salvador Alvarado en el gobierno de Yucatán.

[18]​ Muchas de estas haciendas han sido convertidas en lujosos hoteles que atraen al turismo internacional y le muestran con elegancia su gloria pasada.

Generalmente agrupados en torno a un patio, al que daban la casa principal, así como las áreas administrativas, los trojes y tinacales.

c) Haciendas mixtas, es decir, que poseen un conjunto agrupado de construcciones principales y, a la vez, edificios aislados del mismo.

Las haciendas mexicanas suelen disponer de una Casa Señorial, llamada usualmente "Casco", dispuesta en forma de cuadro, L o U, alrededor del patio; muy a menudo, estos cascos o viviendas señoriales son edificios arquitectónicamente muy relevantes, de buen tamaño, normalmente con dos plantas y cuidada ornamentación, incluyendo jardines y otros elementos vinculados al lujo.

Con arcilla de cierta calidad se fabricaban las tejas y los ladrillos del piso.

Comparativamente a los modelos andaluces y mexicanos, las mayores haciendas de Nueva Granada apenas serían anexos secundarios en aquellos.

[23]​ De hecho, el término hacienda se aplicó en el área colombiana a toda explotación que superaba las 20 hectáreas.

Un elemento típico, de claro origen andaluz, son las tapias que delimitan los espacios complementarios a las casas.

Maqueta de la Hacienda La Laguna , en Baeza , Jaén . Puede observarse la disposición de los edificios alrededor de los patios, con la Casa Señorial destacada.
Casa principal abandonada de una hacienda del Estado de Yucatán.
Ficha de una hacienda yucateca.
Hacienda San Gabriel, en Guanajuato .
Antigua Casa Patronal en Nirivilo, lugar tradicional de la provincia de Linares ( Chile ).