Pedro I de Castilla

[11]​ En consecuencia, la primera acción del nuevo rey fue firmar la paz con nazaríes y benimerines el 17 de julio.

En junio se acordó negociar una alianza con Francia, pese a la preferencia de la reina madre por Inglaterra y la mala situación militar francesa tras las últimas campañas inglesas.

[23]​ No tardó en conseguir que su hermano se le sometiera con las mayores muestras de arrepentimiento y lo perdonó por tercera vez.

[31]​ Blanca partió a Tordesillas y Medina del Campo con su suegra, pero luego el rey ordenó que se la encarcelase en Arévalo.

[46]​ Ese mismo mes nació en Castrojeriz la segunda hija del rey con María de Padilla, Constanza.

[53]​ En Tejadillo, actualmente un despoblado entre Toro y Morales, conferenció Pedro con los nobles de la liga, aunque no se llegó a un acuerdo.

[54]​ Pedro I cometió entonces un grave error: abandonar la fuerte Toro para marchar a Urueña, donde estaba María de Padilla.

[55]​ La reina madre esperó pocas horas para ponerse en contacto con los nobles rebeldes, a los que abrió las puertas de Toro.

[56]​ El rey quedó preso en las casas del obispo de Zamora, si bien se le concedieron ciertas libertades.

[57]​ Pedro I fue aprovechando las claras disensiones entre los distintos grupos que componían la liga nobiliaria para desbaratarla y atraerse a algunos de sus miembros.

[58]​ En cualquier caso, la huida originó la disgregación de la liga nobiliaria, minada por las suspicacias entre sus miembros y por la enérgica actuación del rey nada más recobrar la libertad.

[64]​ Las tropas de este atacaron los barrios partidarios del enemigo, enconando todavía más las rivalidades en la ciudad, ya intensas tras las matanzas anteriores.

[65]​ Enrique y Fadrique habían dejado bien guarnecida Talavera para marchar a defender Toro, siguiente objetivo del rey.

Antes se había embarcado en Sevilla y perseguido con algunas galeras a Perellós hasta Tavira, pero no pudo darle alcance.

Renovadas por un legado de papa Inocencio VI las negociaciones para la paz entre Castilla y Aragón en 1359, no pudo llegarse a un acuerdo.

[84]​ La flota castellana llegó ante Barcelona, protegida por diez galeras bien armadas y recias defensas en las playas, el 9 de junio.

[102]​ Luego murió en Sevilla, en julio, María de Padilla, último freno a los arrebatos homicidas del soberano.

[114]​ Otros contingentes menores avanzaron hacia Daroca y Ejea para evitar la concentración de los aragoneses en Calatayud.

[120]​ Luego cayó Tarazona, tras la llegada de trescientos caballeros portugueses, otro contingente navarro y seiscientos jinetes granadinos, que acudieron a participar en la campaña.

[129]​ Pedro primero retomó la iniciativa al llegar por fin la flota castellana, acompañada de naves portuguesas; cercó a la escuadra aragonesa en Cullera, adonde se había retirado ante la llegada de la enemiga, pero una gran tormenta frustró el ataque e hizo que los castellanos se retirasen nuevamente a Murviedro.

[130]​ Pedro IV aprovechó su marcha para recobrar algunas plazas (Jijona, Ayora, Almenara, Castelfabib y Liria, además de Alicante), si bien no pudo hacerse con Murviedro, que asedió durante una semana en julio.

[145]​ Las condiciones pactadas suponían un grave quebranto territorial y monetario para Castilla, pero eran en la práctica imposibles de cumplir.

[148]​ Sin que el navarro pusiera obstáculo, Pedro y su aliado con un ejército pasaron por Roncesvalles a finales de febrero.

[150]​ Enrique se apostó primero en Nájera, pero luego avanzó hasta Navarrete, perdiendo la ventaja que le daba defender el Najerilla.

[154]​ Los vencedores marcharon seguidamente a Burgos, donde Pedro I pasó gran parte de abril contemplando el desmoronamiento del bando enemigo.

[164]​ Los esfuerzos por fortificar Carmona y retomar Córdoba hicieron que se fuese retrasando la marcha hacia el norte.

Por demás, esa fama se extendió al Romancero formando un ciclo temático ("Por los campos de Jerez / a caza va el rey Don Pedro...").

[b]​ No menos de dieciocho piezas del teatro áureo incluyen al rey Pedro I como personaje.

[179]​ En el siglo XIX se revitaliza la historia del rey don Pedro gracias al Romanticismo y su retorno a la temática medieval.

Las anécdotas del Pedro I han dado lugar a numerosas leyendas, como la que se ambienta en una calle de Sevilla, donde el corregidor local, habiendo sorprendido al rey en delito, cumple con la obligación de decapitarlo cortando la cabeza a una estatua que lo representaba.

Retrato del rey Pedro I del libro Retratos de los reyes de España de 1788
Busto del rey Pedro en el barrio de La Alfalfa de Sevilla, una pieza de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII que sustituye a otro busto del monarca que eventualmente fue colocado ahí tras una reyerta donde Pedro I mató a un miembro de la familia Guzmán que apoyaba a Enrique de Trastámara. [ 35 ] ​ El original se encuentra en la Casa de Pilatos de Sevilla. [ 36 ]
Cabeza de piedra del Rey Don Pedro que fue colocada en un primer momento en el barrio de la Alfafa y que en la actualidad está en la Casa-Palacio de los duques de Medinaceli de Sevilla, conocida como Casa de Pilatos.
María de Padilla , desnuda en el Alcázar de Sevilla frente a Pedro I, en un grabado de Paul Gervais .
Dobla de 35 maravedíes de Pedro I de Castilla
Palacio de Pedro I en el Alcázar de Sevilla (vista desde el Patio de la Montería).
En la portada del Palacio del Rey Don Pedro del Alcázar de Sevilla puede leerse en los azulejos azules un texto en árabe rodeado de un texto en español que dice " El muy alto et muy noble et muy poderoso et muy conqueridor don Pedro por la gracia de Dios rey de Castilla et de León, mandó fazer estos alcázares et estos palacios et estas portadas que fue fecho en la era de mill et quatrocientos y dos años "
Retrato de 1857 de Pedro I en el Consistorio hispalense, obra de Joaquín Domínguez Bécquer . Estuvo en la galería del Palacio de San Telmo y fue una donación de la Infanta doña María Luisa Fernanda .
El Alcázar de Arriba de Carmona fue reformado por Pedro I que lo transformó en una de sus residencias favoritas
Manuscrito del siglo XV en el cual se ilustra la batalla de Nájera .
Momento en el cual Duguesclín sujeta a Pedro I para permitir que Enrique lo apuñalase, cuadro de Arturo Montero y Calvo .