Men Rodríguez de Sanabria

Ante esta situación, Pedro, el rey legítimo, se refugia en Galicia, la parte del reino que junto con las tierras limítrofes del reino de León aún controla y allí convoca, en junio de 1366, a los caballeros que le son fieles, entre los que se encuentra Men Rodríguez de Sanabria.Reunidos en el castillo de Monterrey, en Verín, debaten la estrategia a llevar a cabo y, aunque surge la posibilidad de salir al encuentro del Rey usurpador con un ejército formado por nobles gallegos, para auxiliar a las leales ciudades de Astorga y Zamora, finalmente el Rey opta por embarcar en La Coruña para la localidad francesa de Bayona, en aquel momento ocupada por sus aliados ingleses.Enrique huye a Francia a través de Aragón y Pedro I inicia una dura represión contra sus adversarios, negándose a cumplir, además, lo pactado con el Príncipe Negro (al que había prometido, entre otras cosas, una fastuosa cantidad de dinero, así como el castellano señorío de Vizcaya).Ante esta situación, las tropas inglesas que dan soporte al Rey abandonan a Pedro I en tanto que el monarca navarro, también decepcionado ante la falta de pago del castellano, vuelve a su reino, dejando al Rey legítimo en su trono pero sin apenas ejército que lo defienda.Viendo su oportunidad, su hermanastro Enrique entra de nuevo en Castilla y poco a poco va conquistando ciudades en las que únicamente se mantienen fieles al petrismo las juderías y los castillos, como ocurre en Burgos.Sus antiguos aliados ingleses no se fían de él y sólo unos pocos nobles, entre los que está Men Rodríguez, lo acompañan en su viaje.Pocos días después, la noche del 22 al 23 de marzo tiene lugar el desenlace: Men entra en contactos con DuGuesclin, a quien conocía de antiguo, y le ofrece dinero y varios territorios (entre otros, las villas de Soria y Almazán) a cambio de ayudar a su señor el Rey Pedro a escapar del asedio al que lo tiene sometido su hermano desde la batalla celebrada la semana anterior.Atraído por el francés, el Rey acude a su tienda, y allí se encuentra, es una trampa, con su hermanastro Enrique; tras unos instantes de vacilación —los dos hermanastros no se reconocían, puesto que hacía años que no se encontraban— Enrique ataca a Pedro con un cuchillo en la cara y luego lo remata con varias puñaladas en el suelo.