Cetina está situada en el camino natural que une la meseta con el valle del Ebro, a la derecha del río Jalón y frente a la confluencia con el río Henar.
Se encuentra a 114 km de Zaragoza por la autovía del Nordeste, que atraviesa el término municipal entre los pK 199 y 203.
[3] Las escasas precipitaciones anuales (372 mm) exigen racionalizar, aún más si cabe, el aprovechamiento de los recursos fluviales.
Los restos paleolíticos se localizan en la denominada «Peña del Diablo», estando situados a orillas del río Henar próximo a su desembocadura en el Jalón.
Un posible microclima templado podría explicar la presencia de gentes magdalenienses a 700 m sobre el nivel del mar en las épocas más frías del Tardiglaciar.
[5] Por otra parte, en el cerro del Gavilán se ha hallado un poblado cuya cronología corresponde al Bronce Medio.
En mayo de 1345, Pedro IV mandó amurallar el pueblo y dio 500 sueldos jaqueses para ayuda de los gastos que los vecinos tuvieron que hacer con tal motivo.
Asimismo, aquí en Cetina firmó el escritor la primera parte de Virtud Militante: Envidia.
Hacia mediados del siglo XIX, la villa tenía contabilizada una población de 825 habitantes.
La ermita de San Juan Lorenzo fue edificada sobre la casa donde nació este santo franciscano a mediados del siglo XIV, predicador eminente y mártir de Granada.
La construcción del edificio utilizó básicamente el ladrillo y la mampostería, estando en la actualidad alterados sus paramentos por enlucidos.