La imagen, por sus rasgos hieráticos, su frontalidad y su rigidez, muestra ser tardorrománica, probablemente de fines del siglo XIII.
La devoción al Santo Niño de Atocha es muy fuerte en toda América Latina.
Alfonso X el Sabio, en sus famosas Cantigas ya hace mención del Santo Niño.
Dios te salve, Reina y Madre, flor fragante cual la rosa, desde el cielo, amorosa, mándanos tu bendición.
Madrid a tus plantas se extiende tranquilo, y en tu fe encendido canta con amor.
Virgencita madrileña, desde el templo donde moras, a este pueblo que te adora con tu mano has de guardar.