Antonio Abad

Por ello, se le considera el fundador de la tradición monacal cristiana.

Sin embargo, y pese al atractivo que su carisma ejercía, nunca optó por la vida en comunidad y se retiró al Monte Colzim, cerca del Mar Rojo, en absoluta soledad.

Abandonó su retiro en 311 para visitar Alejandría y predicar contra el arrianismo.

[6]​ La orden de los antonianos se ha especializado desde el principio en la atención y cuidado de enfermos con dolencias contagiosas: peste, lepra, sarna, enfermedades venéreas y sobre todo el ergotismo, llamado también fuego de san Antón o fuego sacro o culebrilla.

Durante la Edad Media además tenían la costumbre de dejar sus cerdos sueltos por las calles para que la gente les alimentara.

[8]​ Existe una congregación posterior a esta orden, que ha tomado el mismo nombre, Congregación de ermitaños de san Pablo y san Antonio.

En 1947, Diego Rivera pintó una obra también titulada Las tentaciones de San Antonio, al igual que Paul Cézanne y Jan Wellens de Cock, entre otros varios artistas.

El pintor español Salvador Dalí pintó un cuadro llamado La tentación de San Antonio, que marcaba su entrada a una nueva etapa de misticismo religioso.

Ambas estructuras religiosas, se encuentran en un lugar de la ciudad conocido como “Amaru Ccata”, y el edificio que ha llegado hasta nosotros como templo, es producto de una reconstrucción.

Respecto al diseño y decorado interno del templo, aquel se ve acompañado por una serie de altares, entre los que destaca el Retablo Mayor.

Esta pieza del edificio, es una construcción que se caracteriza por estar conformada por tres cuerpos y tres calles; este altar, fue construido a finales del siglo XVII, un año antes de la construcción del púlpito de esta iglesia que se levantó en 1699.

Muerte de San Antonio Abad pintado por Antonio Viladomat .
Las tentaciones de San Antonio , por El Bosco .