Una copia, realizada por un seguidor del Bosco, puede encontrarse en la Galería Nacional de Canadá en Ottawa.
En la Europa medieval, puede verse una auténtica acumulación del tema en libros iluminados y más tarde en grabados alemanes.
El primer plano del Prendimiento está ocupado por san Pedro, cortando la oreja a Malco.
En el borde izquierdo se ve una figura vuelta de espaldas: es Judas Iscariote.
A través del simbolismo se narran los tormentos mentales y espirituales por los que pasó el santo.
Su parte posterior forma la entrada hacia la que se dirige una procesión sacrílega guiada por un demonio que lleva vestimentas sagradas y un ciervo, normalmente figura cristológica pero usado aquí en sentido sacrílego.
En primer plano, el santo, exhausto, es sostenido por dos monjes antes de la caída y atraviesan un puente sobre un lago helado; otra de las posibles lecturas es que el demonio lo ha dejado caer y estos monjes caritativos lo ayudan.
El panel central, sin embargo, ejemplifica la atracción del Bosco por la habilidad santa de rechazar la tentación.
Apoyado sobre un muro, en segundo plano, se encuentra un hombre con barba y con sombrero de copa, ofreciendo un pie cercenado (acaso el suyo) sobre un paño blanco.
Al fondo se ve una ciudad en llamas, rasgo típico de las escenas infernales del Bosco, y que aquí puede tener una justificación iconográfica, dado que el fuego se asocia tradicionalmente a san Antonio.
La reina-diablesa, otras tentaciones variadas, y la agresión física no pueden igualarse a su devoción, el tema más optimista del Bosco.