es muy importante El proceso ha sido utilizado también para establecer la edad de Ming, el nombre por el cual se conoce el animal más longevo del que se tenga registro, una almeja de Islandia (Arctica islandica).
En el siglo XV, Leonardo da Vinci reconoció la relación entre los anillos y las precipitaciones atmosféricas en el periodo vegetativo: “Los anillos en los troncos de árboles cortados muestran los años y, según su espesor, años más o menos secos...”.
[2] El uso de los anillos de crecimiento para datar fenómenos climáticos comenzó en Francia en 1737, con Henri-Louis Duhamel du Monceau y Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, y en 1745, en Suecia, con Carlos Linneo, quienes contando los anillos hacia el pasado dataron una fuerte helada ocurrida en 1708-1709, usando sólo un ejemplar.
Más tarde, en 1783, Friedrich August Ludwig von Burgsdorf (padre del datación por comparación[3] [cross-dating, en inglés], según R. A. Studhalter[4]) examinó varios ejemplares y llegó a la misma conclusión.
En muchos casos es una herramienta complementaria que permite verificar si los demás elementos hallados en ciertos sitios históricos han sido bien fechados.
Utiliza anillos de crecimiento fechados para estudiar problemas ecológicos y ambientales.
Luego las muestras se dejan en el laboratorio de manera tal que lleguen a un equilibrio con las condiciones higrotérmicas del ambiente.
La lectura de los anillos se efectúa siempre en dirección radial, desde el cámbium hacia el interior.
El pino de conos erizados: Pinus longaeva y P. aristata (bristlecone, en inglés) es la especie más longeva del mundo.
Usando esta especie se ha logrado elaborar cronologías superiores a 8 000 años.
La dendrocronología resulta además una herramienta muy útil en los estudios de manejo forestal sustentable.
En Europa se han desarrollado varios estudios, en Fagus sylvatica L., que históricamente presenta buena respuesta al clima.
Una de las limitaciones de esta técnica es encontrar especies que formen anillos con resolución anual, donde sea posible distinguir los anillos anuales y poder así fechar correctamente las muestras y construir cronologías.
Aunque en regiones templadas hay árboles que no forman anillos, esto es especialmente difícil en zonas tropicales húmedas debido a la uniformidad climática anual.
Las especies arbustivas leñosas son de interés en zonas más áridas o con escasez de árboles; avances en este sentido son también necesarios debido a la poca importancia que se ha dado a estas especies.
Esta técnica tiene resolución anual, es decir que se hace mucho más difícil estudiar o analizar sucesos mensuales.