Fotosíntesis

La vida en nuestro planeta se mantiene fundamentalmente gracias a la síntesis que realizan en el medio acuático las algas, las cianobacterias, las bacterias rojas, las bacterias púrpuras, bacterias verdes del azufre,[1]​ y en el medio terrestre las plantas, que tienen la capacidad de sintetizar materia orgánica (imprescindible para la constitución de los seres vivos) partiendo de la luz y la materia inorgánica.

En el interior de estos orgánulos se halla una cámara que alberga un medio interno llamado estroma, que alberga diversos componentes, entre los que cabe destacar enzimas encargadas de la transformación del dióxido de carbono en materia orgánica y unos sáculos aplastados denominados tilacoides, cuya membrana contiene pigmentos fotosintéticos.

[10]​[11]​[12]​ Ya en la Antigua Grecia, el filósofo Aristóteles propuso una hipótesis que sugería que la luz solar estaba directamente relacionada con el desarrollo del color verde de las hojas de las plantas, pero esta idea no trascendió en su época, quedando relegada a un segundo plano.

[14]​ De hecho, esas ideas no volvieron a ser recuperadas hasta el siglo XVII, cuando el considerado padre de la fisiología vegetal, Stephen Hales, hizo mención a las citadas hipótesis, y afirmó que el aire que penetraba por las hojas en las plantas era empleado por ellas como fuente de alimento.

También concluyó que la fotosíntesis no podía ser llevada a cabo en cualquier parte de la planta, como en las raíces o en las flores, sino que únicamente se realizaba en las partes verdes de esta.

Como médico que era, Jan Ingenhousz aplicó sus nuevos conocimientos al campo de la medicina y del bienestar humano, por lo que también recomendó sacar a las plantas de las casas durante la noche para prevenir posibles intoxicaciones.

La denominación como clorofila de los pigmentos fotosintéticos fue acuñada por Pelletier y Caventou a comienzos del siglo XIX.

En 1905, Frederick Frost Blackman midió la velocidad a la que se produce la fotosíntesis en diferentes condiciones.

Aunque cabe destacar que Hill, en su experimento in vitro empleó un aceptor de electrones artificial.

Al igual que las mitocondrias, cuentan con su propio ADN y se han originado a partir de bacterias simbióticas intracelulares (teoría endosimbiótica).

En angiospermas y gimnospermas el desarrollo de los cloroplastos es desencadenado por la luz, puesto que bajo iluminación se generan los enzimas en el interior del proplasto o se extraen del citosol, aparecen los pigmentos encargados de la absorción lumínica y se producen con gran rapidez las membranas, dando lugar a los grana y las lamelas del estroma.

[23]​ A pesar de que las semillas suelen germinar en el suelo sin luz, los cloroplastos son una clase de orgánulos que exclusivamente se desarrollan cuando el vástago queda expuesto a la luz.

La teoría quimioosmótica nos lo explica de la siguiente manera: los electrones son cedidos a las plastoquinonas, las cuales captan también dos protones del estroma.

Sirve para compensar el hecho de que en la fotofosforilación acíclica no se genera suficiente ATP para la fase oscura.

La fase oscura incluye el ciclo de Calvin con las siguientes etapas (presentadas a continuación): 1.

La primera vía consiste en la regeneración de la ribulosa 1-5-difosfato (la mayor parte del producto se invierte en esto).

Otras rutas posibles involucran biosíntesis alternativas: el gliceraldehído 3-fosfato que queda en el estroma del cloroplasto puede destinarse a la síntesis de aminoácidos, ácidos grasos y almidón; el que pasa al citosol origina la glucosa y la fructosa, que al combinarse generan la sacarosa (azúcar de transporte de la mayoría de las plantas, presente en la savia elaborada, conducida por el floema) mediante un proceso parecido a la glucólisis en sentido inverso.

Finalmente, el amoniaco que se ha obtenido y que es nocivo para la planta, es captado con rapidez por el ácido α-cetoglutárico originándose el ácido glutámico (reacción catalizada por la enzima glutamato sintetasa), a partir del cual los átomos de nitrógeno pueden pasar en forma de grupo amino a otros cetoácidos y producir nuevos aminoácidos.

Además, la fotorrespiración conlleva a que se pierde ribulosa 1,5-bifosfato (necesaria para el Ciclo de Calvin), solo una parte del carbono vuelve al cloroplasto, se produce CO2 y, en conclusión, la fotorrespiración resulta en un lastre para la planta al deshacer parte de lo conseguido en la fotosíntesis.

No obstante, en la actualidad se conocen a varias especies de plantas CAM, que pertenecen a diferentes familias de plantas crasas o suculentas (Crassulaceae, Cactaceae, Euphorbiaceae, y Aizoaceae son algunos ejemplos).

[11]​ Cuadro comparativo de plantas C3, C4 y CAM Los pigmentos fotosintéticos se hallan alojados en unas proteínas transmembranales que forman unos conjuntos denominados fotosistemas, en los que se distinguen dos unidades diferentes: la antena y el centro de reacción.

En la antena, que también puede aparecer nombrada como LHC (abreviatura del inglés Light Harvesting Complex), predominan los pigmentos fotosintéticos sobre las proteínas.

[26]​ En el centro de reacción, mentado en algunas ocasiones como CC (abreviatura del inglés Core Complex), las proteínas predominan sobre los pigmentos.

Este fenómeno se produce gracias a un estado de resonancia entre la molécula dadora relajada y la aceptora.

Los pigmentos fotosintéticos están constituidos por las bacterioclorofilas a, b, c, d y e, así como también por los carotenos.

El NADH también puede ser obtenido en ausenca de luz, gracias al ATP procedente del proceso cíclico.

Tal fue la repercusión del experimento, que en la actualidad se continúan explorando sus aplicaciones prácticas.

A pesar de que ya en 1972, el alemán Helmunt Tributsch había creado células solares fotoelectroquímicas sensitivizadas con colorante, con capacidad para producir electricidad, usando electrodos densos convencionales.

Esta babosa marina practica un fenómeno denominado cleptoplastia, que consiste en digerir el alga Vaucheria litorea parcialmente, de tal forma que sus cloroplastos (organelos encargados en la fotosíntesis) quedan intactos y son almacenados por E. chlorotica en su vía digestiva para aprovecharse de su capacidad fotosintética y así obtener la energía necesaria para subsistir varios meses sin necesidad de recurrir a organismos externos.

[5]​[33]​[6]​ El alga Oophila amblystomatis ingresa al huevo de A. maculatum y se implanta en la membrana.

Representación esquemática de la fotosíntesis vegetal.
Diagrama simplificado de la fase luminosa y la fase oscura de la fotosíntesis en plantas .
Ecuación química de la fotosíntesis oxigénica , el tipo más común de fotosíntesis.
Comparación entre la fotosíntesis oxigénica y la anoxigénica .
Imagen que muestra la distribución de la fotosíntesis en el globo terráqueo ; mostrando tanto la llevada a cabo por el fitoplancton oceánico como por la vegetación terrestre.
Personajes cuyos estudios fueron clave para el conocimiento de la fotosíntesis (desde arriba y hacia la derecha): Aristóteles , Stephen Hales , Joseph Priestley , Justus von Liebig y Julius Sachs .
Fotografía de Melvin Calvin .
Esquema ilustrativo de las clases de plastos .
Células vegetales , en cuyo interior se vislumbran los cloroplastos.
Ecuación de la fotosíntesis oxigénica, función característica de los cloroplastos.
Esquema de la etapa fotoquímica, que se produce en los tilacoides.
Esquema simplificado del ciclo de Calvin .
Esquema en el que se muestra el proceso seguido en la síntesis de compuestos orgánicos nitrogenados.
La piña ( Ananas comosus ), que pertenece a la familia Bromeliaceae , tiene un metabolismo de tipo CAM , que poseen muchas plantas crasuláceas.
Imagen al microscopio electrónico de un estoma.
Molécula de fullereno C60 , llamada buckminsterfullereno , con forma igual a la de una pelota de fútbol .