Nuño Díaz de Haro

Cuando Pedro I tuvo conocimiento de esto, ordenó perseguirlos, saliendo él mismo en su persecución.

[1]​ Los acompañantes de Nuño Díaz de Haro, que habían previsto que el rey los perseguiría, salvaron al joven por su rápida actuación.

Poco después el rey atacó el señorío de Vizcaya, intentanto capturar a su señor, tomando la Casa de Orozco.

Sin embargo, los vizcaínos defendieron su territorio, impidiendo que el rey capturase a su señor.

[2]​ La iglesia de Santa María de la Atalaya fue construida a comienzos del siglo XIV, y demolida en el siglo XVIII, por encontrarse en estado ruinoso.