Magallón

En el proceso histórico de la Villa, se diferencias varias etapas que vienen dadas por los distintos pueblos que llegan a ella como son; los íberos, romanos, árabes y judíos y finalmente de aragoneses y castellanos en el proceso de reconquista.

También hay abundantes indicios de asentamientos íberos en las cercanías _ El Quez, Carraveruela, etc. Como información, no totalmente contrastada, se da como posible un desplazamiento temporal de la población íbera hacia la zona hoy conocida como Calvos y que es mencionada en textos antiguos como “Caravos”.

A esta etapa le sigue la de dominación musulmana a partir del año 714 (de la época visigoda no se ha encontrado ninguna información) y que perdura, en esta zona de Aragón, hasta el año 1119 en al que Alfonso I el Batallador la reconquista.

También se detallan los bienes inmuebles que poseía la comunidad judía entre las que encontraba la sinagoga, un hospital y los baños públicos (baños de unas características especiales delimitadas por sus creencias y costumbres).

Fue en la época medieval, como se ha indicado con anterioridad, cuando Magallón como pueblo alcanzó su máximo esplendor y es en esta época cuando se construyen las iglesias de Santa María de la Huerta, algunas de las casas nobiliarias y sobre las ruinas del castillo se levanta la iglesia parroquial de San Lorenzo, construcciones que en su mayoría permanecen en buen estado y pueden ser contemplados en visitas a la Villa.

Es también en esta época y aunque no hay datación exacta que Magallón ostenta el honroso título de Villa pero sin embargo a título informativo diremos que ya en el año 1243 existen documentos que la citan con este título.

Posteriormente, en el año 1430, Alfonso V la incorpora a la corona como Villa Real.

De este cementerio, que solo fue excavado parcialmente, se exhumaron 127 restos humanos.

Se inició su construcción en 1350 sobre una antigua ermita en la que descansó y oró el rey Jaime I en agosto de 1257.

De la iglesia mudéjar queda aún en pie el ábise, dos torreones y sus paños de escaleras por las que se alcanzaba el coro, contrafuertes y muros, también se pueden apreciar frescos esgrafiados.

Entre los elementos constructivos que podemos encontrar en esta iglesia señalaremos la espectacular capilla del Santo Cristo junto con su sacristía, ambas de estilo barroco del siglo XVIII y la cripta o carnerario descubierta en 1985 durante los trabajos de restauración de la iglesia.

Entre el mobiliario que hay en San Lorenzo podemos destacar el retablo mayor de estilo barroco con columnas salomónicas para dividir los cuerpos del mismo.

Pinturas murales situadas en el NE de la nave y cerca del coro.

Entre los elementos de los diversos oficios religiosos se encuentran numerosas piezas que son obras de arte y que fueron hechas entre los siglos XVI y XVII.

También hay diferentes casullas entre las que cabe destacar una elaborada con corales rojos.

La ermita original está datada en 1641 y las últimas modificaciones – ampliaciones para dar mayor cabida de fieles- se hicieron a mediados del siglo XVIII.

Fuera del casco urbano y en un radio de ½ km.

Iglesia de Santa María de la Huerta
Convento de los Padres Dominicos
Iglesia de San Lorenzo
Ábside de la iglesia
Fachada de la ermita de Nuestra Señora del Rosario.