Da acceso al interior del centro histórico de la ciudad atravesando por su lado oriental la muralla que la rodea.
[1][2] Se encuentra frente al puente de Alcántara, que cruza el río Tajo y que a su vez está protegido por dos puertas fortificadas en sus extremos.
De origen árabe, data aproximadamente del siglo X, aunque se le hicieron importantes modificaciones durante la época cristiana.
Tuvo gran relevancia en la defensa de la ciudad durante la Edad Media, al ser el lugar por el que entraban personas y mercancías.
[2] Desde el siglo XVI la puerta estuvo cegada hasta su posterior descubrimiento en 1911.