Se encuentra en el municipio de Carmona, (Sevilla) España.
Asistieron los reyes eméritos de España, Juan Carlos I y Sofía.
El origen del Palacio probablemente sea musulmán y esta fortaleza podría haber sido usada por los birzalíes para poner en jaque a la Taifa de Sevilla.
Situado al oeste del recinto amurallado y en el punto más alto de Carmona, Pedro I lo hizo restaurar en el siglo XIV y lo convirtió en uno de sus palacios favoritos, presentaba una gran semejanza con el Real Alcázar de Sevilla, ya que a este rey le apasionaba el estilo mudéjar.
Los Reyes Católicos levantaron el cubete y embellecieron las dependencias reales.