Según Pedro López de Ayala, el rey Pedro quiso que Sancho fuese su heredero y hasta llegó a considerar su boda con Isabel.
[4] Su madre, Isabel de Sandoval, probablemente falleció entre 1365 y 1367.
Primero, pedía que lo llevasen a la iglesia de San Lázaro en Toledo y desde ahí, que «lo saquen públicamente, como pertenesce à su estado», y colocaran su sepulcro dentro del convento.
[8] Más tarde, en ese mismo mes, volvió a escribir a la priora Teresa para agradecer sus gestiones e interesarse por como era la estatua de su tío Sancho.
[9] Las sospechas sobre su muerte por envenenamiento fueron refutadas en 2006 por el estudio de su momia, que se encuentra en el monasterio de Santo Domingo el Real de la ciudad de Toledo, y que indican como causa más probable para su fallecimiento un proceso infeccioso pulmonar agudo: los estudios del pulmón indicaron que el niño sufrió una exposición crónica al humo, probablemente procedente de chimenea u hogar, y una frecuente presencia de macrófagos alveolares y hematíes con un proceso inflamatorio y hemorrágico al no detectarse la presencia de tóxicos como arsénico o cianuro el niño habría fallecido por muerte natural y no envenenado, como se sospechaba.